Luego de la captura de Dairo Antonio Úsuga, alias 'Otoniel', se comentó que podría haber represalías contra las fuerzas armadas en la zona que delinque el Clan del Golfo.
Sin embargo, se confirmó el asesinato de tres militares que realizaban sus labores en Turbo, Antioquia.
Según las autoriades, este ataque se presentó en la noche del lunes 25 de octubre en el corregimiento de Alto de Mulatos. Allí los tres militares estaba realizando labores de vigilancia.
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De esta manera, la autoridades y fuerza pública están en alerta por otros posibles ataques de los nuevos mandos del Clan del Golfo, luego dela captura de uno de los hombres más buscados por narcotráfico y otros delitos.
La fuerza pública espera enviar más tropas a esta zona luego de esta captura para garantizar más seguridad y evitar más retaliaciones del Clan del Golfo.
A su vez, este es el primer ataque de este grupo, luego de los informes de la Defensoría del Pueblo sobre estos ataques no solo a la fuerza pública sino a la población y líderes de esta zona de Colombia.
Según la Defensoría del Pueblo, con el fin de prevenir posibles vulneraciones a los derechos humanos y violaciones al Derecho Internacional Humanitario (DIH), se mantendrá la presencia y acompañamiento permanente a las comunidades a través de la Regional Urabá-Darién.
ONG en Colombia teme un paro armado por captura de alias Otoniel
Para la ONG Proceso Social de Garantías, la captura de alias Otoniel estaría lejos de ser el fin del Clan del Golfo: “si bien es un objetivo de alto valor, el gobierno colombiano no debería estar enviando un mensaje de que desmanteló al grupo militar más grande de Colombia”, afirmó Óscar Yesid Zapata, vocero de la ONG.
“Decir que desmantelaron la organización por esa captura es un desacierto completo. La captura no es desmantelamiento, la captura lo único que hace es debilitarlos. Un desmantelamiento requiere averiguar dónde están haciendo control, dónde lavan el dinero, acciones contra la población”, explicó Zapata. Según cifras del Ejército Nacional, el grupo tiene 3.800 integrantes, con influencia en 12 departamentos y 128 municipios de Colombia.
Para la ONG, Antioquia es uno de los departamentos más afectados por este grupo armado: “Hemos logrado identificar a este grupo en 112 de los 125 municipios de Antioquia, más del 90% del territorio. Pero también los hemos visto en el sur de Córdoba, en Magdalena, en el Catatumbo, en el Meta y en otros departamentos”.