La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel, que afecta fundamentalmente las superficies flexoras de codos y rodillas, el cuero cabelludo, la cara y el torso. Es una de las enfermedades cutáneas más frecuentes.
Según la doctora Natalia Hernández, médica especialista y presidenta de la Asociación Colombiana de Dermatología, la dermatitis atópica es una enfermedad de la piel que se caracteriza por presentar lesiones rojizas, engrosadas y que generan picazón. Estas lesiones pueden aparecer en diferentes zonas del cuerpo, que varían según la edad del paciente.
Por su parte, el doctor José Manuel Carrascosa, médico del Departamento de Dermatología del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol de Badalona, mencionó algunos aspectos importantes sobre cómo ha evolucionado el diagnóstico y tratamientos de esta enfermedad.
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“Existen diversos grados de atopía, desde pacientes que presentan lesiones en unas pocas zonas del cuerpo, limitadas, que responden bien a los tratamientos tópicos, hasta otros que presentan afectación muy extensa y de forma persistente. Su aparición se relaciona a estímulos muy diversos, tanto externos representados en el medio ambiente, como internos relacionados con el estrés", afirmó el experto.
Los síntomas más frecuentes de la dermatitis atópica son el picor, que no sólo condiciona una molestia persistente y un rascado a veces compulsivo, que a su vez provoca más lesiones en la piel, sino que inhabilita, en los casos más graves, las relaciones sociales, laborales, íntimas y dificulta un descanso efectivo.
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Los expertos aseguran que es importante consultar a un dermatólogo para elegir el tratamiento adecuado, especialmente si se tiene en cuenta que esta enfermedad afecta significativamente la calidad de vida del paciente, pues sus la Además, debido a que la enfermedad es visible, el paciente puede ser víctima de discriminación o burla desde su temprana infancia hasta la vida adulta.
Los avances en las investigaciones apuntan hacia la ingeniería genética y la posibilidad de diseñar fármacos enfocados en puntos concretos de la misma. En Europa ya se empieza a vivir una revolución terapéutica nunca antes experimentada en dermatitis atópica, que puede evolucionar desde el uso de tratamientos anti-inflamatorios poco eficaces, hacia tratamientos selectivos, mucho más severos y mucho más seguros.
