En mi opinión entre más rígidos sean tus paradigmas, tus creencias y tus verdades, menos chance de aventurarte, de asombrarte y de explorar nuevas posibilidades tendrás en tu vida.
Cuando todo en tu vida tiene que estar perfectamente organizado, pensado y aprobado por tu mente de lo que debes o no permitirte sentir y vivir, se te pierden las oportunidades que se presentan. Dejas de vivir en el momento presente, te pierdes en la mente, y quizás estarás lleno de restricciones en tu vida.
En cambio, las personas que son más flexibles en sus paradigmas se abren a las infinitas posibilidades que la vida les regala. Su marco de referencia se amplia y logran experimentar la vida de una manera más plena.
Vive la vida…no te quedes atrapado en el pensamiento, ya que no existen verdades absolutas y nada es permanente, lo que hoy es tu verdad quizás mañana ya no. Rompe los paradigmas para poder crecer.
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Cuando eres flexible encuentras más opciones para enfrentarte a los desafíos de la vida. Esto te permite conocerte en diferentes ámbitos y situaciones que harán que al final tu historia de vida sea amplia.
Piensa por un momento, ¿te permites comer con (moderación obviamente) lo que te antoja? ¿Haces lo que tu corazón te guía? ¿Manejas culpas y te cuestionas frecuentemente? ¿Cuantas veces te has contenido por no mostrar que sientes ante personas y situaciones?.
La vida es sólo una y hay que aprovecharla haciendo y viviendo de manera plena, apasionada y enriquecida. Es a través de las experiencias que podemos aportar a los demás.
Al final como vivas es cuestión de elección. Y tu, ¿Cómo eliges vivir?¿Son tus paradigmas flexibles o rígidos?
SARA BURSZTEIN
PSICOLOGA- COACH
ESPECIALISTA EN PNL
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