Un restaurante de comida mediterránea con una decoración que se remonta a los años 50 y 60 es lo que pueden encontrar los comensales en Nolita, un nombre que se remonta a una zona muy cerca al SoHo, en Nueva York, en donde se reúnen artistas y diseñadores. Al igual que ese lugar, este sitio transmite creatividad.
La idea de Nolita apareció hace más de un año de la mano del grupo venezolano Mokambo, que en Caracas ya es reconocido desde hace más de 13 años por restaurantes como Antigua Bistró, Madame Blac-Boutique Gastronómica y el café Mokambo.
La buena comida acompañada del diseño anterior (con muebles provenientes de anticuarios, ventas de garajes y mercados de las pulgas) hacen de este un lugar único que cuenta con cuatro ambientes: comedor principal, sala lounge, jardín interno y terraza.
Ana Belén Myerston, chef, y Pedro Coll, abogado, hacen parte del grupo Mokambo, creador de Nolita.
Sus chefs, Paul Launois y Ana Belén Myerston, pensaron en una carta diversa que incluyera productos locales. Por esos risottos, carnes, pescados, ensaladas y otras opciones hacen parte del menú. Para la chef Ana Belén, quien estudió cocina entre Mérida (Venezuela) y Bruselas (Bélgica), la comida mediterránea permite tener una carta muy variada, con productos que no necesitan una ardua transformación, sino que ya de por sí son sabrosos y agradables a la vista. Además, reúnen las influencias italiana, árabe, española y francesa. En entrevista con KienyKe.com Ana Belén y Pedro Coll, socio del lugar, hablan acerca de esta propuesta de comida y la experiencia en Nolita. ¿Qué le ofrece Nolita al público bogotano? Es un restaurante que complementa el mercado gastronómico de Bogotá. Hacemos un esfuerzo importante por usar productos muy colombianos y convertirlos en cocina mediterránea. Nuestra propuesta es muy fresca, casera y honesta. Nolita es un restaurante al que se puede venir en cualquier ocasión de la vida, formal o informal. Para nosotros es muy importante que tengas una experiencia fantástica desde cómo te atendemos, lo que ves, sientes y escuchas y, obviamente, lo que comes. Acá nos fijamos en todo: desde la iluminación y la música, hasta por donde pasa el mesero para no molestar al cliente.Aguas aromáticas frías, hechas a base de hierbabuena y frutas tropicales.
¿Cuáles son los platos favoritos de sus comensales? Nos conocen por nuestros risottos. También están el ceviche ''vuelve a la vida de Playa Grande''; el steak de atún rojo au poivre -acompañado de puré de arracacha y salsa de pimientas-; el cochinillo; el cordero estofado; las pizzas. Una de las curiosidades son las aguas aromáticas frías, hechas a base de hierbabuena y frutas tropicales. ¿Cómo les ha ido con los productos colombianos? En Bogotá se consiguen productos de mar increíbles: papas en miles de formas, frijoles, pescados, carnes, de todo. Por otra parte, está la abundancia, la belleza de los productos, con eso la creatividad se te dispara y te permite dar un valor agregado. ¿Qué actividades hacen para acercase a la cocina y productos colombianos? Una vez al mes tenemos un evento, donde realzamos una región de Colombia. El origen: con mar, aves o carnes. Las personas pueden venir y probar platos de distintos tipos y a un muy buen precio. También comenzamos un brunch el fin de semana con platos muy colombianos. Son ocasiones especiales, la principal idea es innovar en la comida mediterránea.Pizza de Prosciutto y risotto de camarón.
¿Qué más encontramos en Nolita? En el día encuentran un ambiente distinto a la noche. El cliente se sentirá como en su casa. Acá están bienvenidos todos los miembros de la familia: niños o mascotas. ¿Qué planes tiene el grupo Morakambo para el futuro? Abrir nuestra Madame Blac-Boutique Gastronómica en Bogotá. @nolitabogota Nolita