Momentos de confusión se vivieron en la URI de Puente de Aranda luego de que varias personas recluidas en la edificación iniciaran un motín. La situación escaló a un incendio que tuvo que ser atendido por las autoridades.
Cientos de presos se encapucharon y empezaron a atacar con palos a los uniformados que se encontraban custodiando el lugar. Además, propiciaron un incendio, ocuparon el área de Medicina Legal, varias celdas y oficinas.
La violencia fue tal que se reportaron daños en un vehículo particular, sillas, computadores y rejas de las instalaciones. Asimismo, los policías y funcionarios que estaban dentro de la edificación tuvieron que salir de emergencia con el fin de proteger su integridad física.
El intento de fuga duró alrededor de dos horas y fue necesaria la intervención del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) y el Cuerpo Oficial de Bomberos de Bogotá para atender la situación de orden público y la conflagración que afectó la infraestructura de la Unidad de Reacción Inmediata.
Después de retomar el control del centro de reclusión, las autoridades informaron que ninguno de los presos había logrado el cometido de fugarse y que tres personas resultaron heridas por las esquirlas de cristal producto de los daños que perpetraron.
“No tenemos ninguna persona fugada ni tenemos ninguna persona gravemente lesionada dentro de los mismos capturados ni de parte de la Fiscalía porque ahí tenemos oficinas de Medicina Legal y tenemos también a los miembros de la Policía Nacional sin ninguna afectación a su integridad” señaló a CityNoticias Eliecer Camacho, comandante de la Policía Metropolitana de la ciudad.
Por otro lado, se conoció que la razón que llevó a los reclusos a orquestar el motín es la difícil situación de hacinamiento que viven ya que la URI de Puente Aranda tiene capacidad para 250 detenidos y en estos momentos hay un censo de más de 700 personas.
Familiares de las presos afirman que la sobrepoblación en el centro penitenciario fomenta problemáticas de salubridad, prohibición de visitas y presuntos maltratos por parte de las autoridades a cargo de la Unidad de Reacción Inmediata.
Respecto a este tema, las autoridades manifiestan que tienen pleno conocimiento de las cifras que se manejan en varios lugares de reclusión de la ciudad y que esos preocupantes indicadores son una de las posibles causas de los reiterativos intentos de fuga que se han presentado en varios puntos de Bogotá.
A pesar de esto, la Policía advierte que la situación no tiene una salida fácil pues desde la institucionalidad deben seguir protegiendo a los ciudadanos y eso empeora aún más las estadísticas de capturados que se encuentran a la espera de que sus procesos judiciales se efectúen de manera satisfactoria.