A menos de 24 horas del atentado ocurrido en Cali y el helicóptero en Amalfí, un artefacto explosivo detonó a tan solo una cuadra de la Alcaldía de Florencia, frente a una droguería en el centro de la ciudad.
Alrededor de las 3:10 de la madrugada se presentó el ataque que generó pánico entre comerciantes y residentes del sector. Las autoridades confirmaron que no hubo víctimas mortales en este hecho y, aunque el artefacto usado fue de menor impacto, se pudo conocer que el hecho se debería “presuntamente, por no querer pagar extorsión y, pues, estas estructuras armadas ilegales al mando de alias Calarcá continúan sembrando el terror y la zozobra en el departamento”, afirmó Luis Francisco Ruiz Aguilar gobernador de Caquetá.
Según Ruiz Aguilar no es la primera vez que las disidencias de las Farc bajo el mando de alias Calarcá ejecutan actos violentos en Caquetá, de acuerdo con la información proporcionada por el mandatario, el objetivo es impactar a la población civil y mantener la presión a través de extorsiones y amenazas.
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Además, criticó la forma en la que el Gobierno de Gustavo Petro está asumiendo la situación por la que pasa el país: “Así se encuentran allá en un falso proceso de paz de lo que es la paz total”.
Detalles del ataque terrorista
A través de videos y fotos compartidos en redes sociales se pudo conocer el impacto que dejó el ataque. En las imágenes se observan elementos incinerados, vidrios rotos y rejas destruidas de una droguería, un local de cosméticos, un establecimiento de servicio de telefonía y en el andén donde fue detonado.
De acuerdo con el coronel César Pinzón, comandante de Policía de Caquetá, al artefacto "lo habían dejado abandonado en una caneca de basura en la vía pública”. Además, Pinzón confirmó la versión brindada por el gobernador Ruiz, la cual señala que el ataque estaría vinculado a extorsiones contra comerciantes impulsadas por la estructura de las disidencias conocidas como “Rodrigo Cadete”.
“Aquí hay una estructura, ‘Rodrigo Cadete’ que ha hecho panfletos citatorios de manera masiva a comerciantes y no se descarta que vengan de ahí”, aseguró el uniformado.
Pinzón reveló que a los comerciantes se les habían enviado panfletos con mensajes intimidatorios: “Usted ya sabe a dónde debe llegar”, y mencionó que las sumas exigidas por extorsión pueden alcanzar los 50 o 60 millones de pesos.
Debido a la situación las autoridades del departamento organizaron un consejo de seguridad para recoger información y coordinar acciones frente a la escalada de violencia.
