
Desde el pasado 14 de julio, Colombia dio inicio oficial al registro de llaves digitales dentro del nuevo sistema de pagos inmediatos Bre-B, liderado por el Banco de la República. Este proyecto, que venía en desarrollo desde agosto del año pasado, marca un paso fundamental en el proceso de modernización del sistema financiero colombiano y busca facilitar el acceso a servicios digitales de pago para toda la ciudadanía.
A través de los canales habilitados por las entidades participantes como aplicaciones móviles, páginas web o plataformas virtuales, los usuarios pueden registrar sus llaves personales, que funcionan como identificadores únicos dentro del sistema. Estas llaves pueden ser el número de celular, la cédula o cualquier dato fácil de recordar y asociar a su identidad financiera.
A partir del 22 de septiembre, las llaves podrán ser utilizadas para realizar pagos inmediatos entre entidades, sin importar en qué banco estén registradas, siempre que la entidad esté integrada a Bre-B. Esto permitirá a los usuarios enviar y recibir dinero en segundos, todos los días, a cualquier hora, sin necesidad de intermediarios ni procesos complejos.
La economista Verónica Rodríguez Viveros, entrevistada sobre el tema, explicó que “Bre-B es básicamente el sistema de pagos nacional liderado por el Banco de la República, que garantiza interoperabilidad entre entidades financieras y facilita la transferencia de recursos de manera inmediata, con disponibilidad 24/7”. A diferencia de plataformas como Transfiya o EntreCuentas, Bre-B exige participación obligatoria de todas las entidades financieras, lo que elimina barreras, preferencias o exclusividades entre bancos.
El objetivo de Bre-B no se limita a la eficiencia operativa. Su implementación también tiene un fuerte componente de inclusión financiera, especialmente en regiones donde no existe presencia bancaria física. En zonas como el Pacífico, el Amazonas o algunas partes del Caribe, donde el acceso a servicios bancarios es limitado o inexistente, Bre-B permitirá a los ciudadanos realizar transacciones entre sí, sin necesidad de trasladarse o depender del efectivo.
“La gran ventaja es que así no haya una sucursal en el territorio, las personas podrán hacer pagos y transferencias desde cualquier parte del país, siempre que tengan acceso a internet”, señaló Rodríguez. En este sentido, el proyecto se complementa con políticas públicas como el Plan de Expansión de Conectividad, con una inversión de USD 2.800 millones, y la Política Nacional de Inteligencia Artificial, que promueve el desarrollo de infraestructura tecnológica como la nube nacional.
Con Bre-B, Colombia busca la consolidación de un ecosistema financiero digital, accesible, seguro y en constante evolución. Esta herramienta no solo facilitará las operaciones cotidianas de millones de usuarios, sino que también abre la puerta a un modelo económico más justo, equitativo y conectado con los desafíos del siglo XXI.