
José Félix Lafaurie, presidente de Fedegan y representante del Gobierno en la mesa de diálogos con el ELN, ha afirmado, por medio de una entrevista con El Tiempo, que no hay condiciones necesarias para continuar las negociaciones con dicho grupo, debido a la intensificación de la violencia, específicamente en el Catatumbo.
Según indicó, la falta de voluntad hacia acuerdos estables y demostración de paz por parte de la guerrilla, no han permitido dar avance a negociaciones estables que brinden seguridad y confianza al Gobierno.
Lafaurie indicó que “hoy no existe ninguna posibilidad de seguir la negociación con el ELN”, ya que la situación con dicho grupo es adversa, debido a las altas olas de violencia por control territorial que se ha desatado, incluso con las disidencias de las FARC - EP.
además agregó que “Yo supongo que el Gobierno, bajo esas condiciones no va a restablecer ninguna mesa”, indicó refiriéndose al cese de conversaciones anunciado por Petro, luego de las masacres presentadas en Norte de Santander.
¿Qué viene ahora para el proceso de paz con el ELN?
Desde la perspectiva del presidente de Fedegan, el proceso con este grupo armado ha llegado a un punto crítico, indicando que las declaraciones del jefe militar del ELN, Antonio Garcia, solo han ocasionado que la posibilidad de retomar una negociación viable, esté más alejada.
“Para poder sentarnos de nuevo es necesario resolver el problema del secuestro, lo que ellos llaman retenciones económicas. Pero no podrá haber diálogos ni sentarse en la mesa sin que eso suceda”, recalcó.
El dirigente explicó que el diálogo está suspendido y que no hay contacto entre las partes. En caso de que el Gobierno tomara la decisión de reactivar la mesa, su postura sería más firme: si el ELN no emite una resolución amplia y específica sobre el manejo y cese de secuestros, el Gobierno estaría tomando decisiones trascendentes en contra del grupo armado.
-
Además: ¿Qué hace Petro en Dubái?
Hay que recordar que estas negociaciones eran un pilar fundamental dentro del plan de gobierno de Gustavo Petro, ya que, con su política de “paz total”, se esperaba que los acuerdos con este grupo guerrillero llegaran a buen término en poco tiempo.
Sin embargo, desde el principio hubo complicaciones con el ELN, a pesar de la voluntad que el Estado dispuso para la implementación de diálogos consecuentes con las necesidades de ambas partes, la poca disposición de dicho colectivo, terminó influyendo en la decisión de retomar el control por parte del Gobierno y darle fin, por ahora, a las negociaciones.