
El asesinato del pastor Marlon Lora y su familia en Aguachica, César, ocurrido el 29 de diciembre de 2024 ha estado en los últimos días en medio de la conversación luego de los reveladores detalles que han suministrado los capturados que han permitido avanzar en la investigación.
Recientemente, nuevos detalles proporcionados por el periódico El Tiempo sugieren que el caso está íntimamente relacionado con la figura de Zaida Andrea Sánchez Polanco, conocida como "la Diabla", una prestamista del Cesar con presuntos vínculos con el narcotráfico.
La noche del 29 de diciembre, un grupo armado irrumpió en la casa de la familia Lora, ubicada en Aguachica, y ejecutó a varios de sus miembros, incluido Marlon Lora, un reconocido líder cristiano de la región. Sin embargo, lo que parecía un ataque dirigido a la familia por motivos desconocidos dio un giro inesperado cuando la investigación comenzó a arrojar información sobre una confusión mortal.
Se descubrió que uno de los objetivos de los sicarios era en realidad Angela Lora, la hija del pastor, quien fue confundida con Zaida Andrea Sánchez Polanco, conocida en el mundo criminal como "la Diabla".
La relación entre estos dos casos se vuelve más compleja cuando se analiza el perfil de "la Diabla". Ella había mantenido una relación con un hombre supuestamente vinculado al narcotráfico, lo que la colocaba en el ojo de una red de tráfico de drogas que operaba en la región.
De acuerdo con las investigaciones, Sánchez Polanco había estado recibiendo amenazas de muerte días antes de la masacre, lo que habría motivado su visita a la estación de Policía de Aguachica el mismo día de la tragedia. En su declaración, mostró su preocupación por la seguridad de su vida y la de su familia.
Según fuentes cercanas al caso, la investigación sugiere que Sánchez Polanco poseía información relevante sobre una red de narcotráfico en Aguachica. Durante su visita a la Policía, la prestamista proporcionó detalles sobre un posible implicado en estas actividades ilícitas.
La Policía ahora está centrando sus esfuerzos en rastrear a los involucrados en esta red, y la figura de "la Diabla" parece ser clave en el desmantelamiento de esta organización criminal. Se ha mencionado que uno de los individuos implicados en este esquema podría ser el mismo que la acompañaba la noche de su asesinato, ocurrido el 22 de enero en Medellín.
Lo que agrava aún más el dolor de la familia Lora y la comunidad cristiana de la región es el hecho de que, en un trágico error, los sicarios confundieron a Angela Lora con "la Diabla", una mujer vinculada a actividades criminales. En ese momento, "la Diabla" estaba siendo buscada debido a sus vínculos con el narcotráfico, y los sicarios la asociaron con la familia Lora debido a esta relación. Como resultado, los asesinos no solo cometieron un asesinato equivocado, sino que también desataron una ola de violencia que afectó a una familia completamente ajena a los conflictos criminales en la zona.
La información proporcionada por "la Diabla" antes de su muerte ha sido clave para las autoridades, que ahora intentan desmantelar la red de narcotráfico que podría estar detrás de estos crímenes. Aunque todavía quedan muchas preguntas por responder, el enfoque de las investigaciones apunta a que ambos crímenes podrían estar conectados a un conflicto mayor relacionado con el narcotráfico en el Cesar.