
En medio de un clima político cada vez más tenso, el ministro de Defensa de Colombia, Pedro Sánchez Suárez, anunció este viernes un significativo incremento en las medidas de seguridad del presidente Gustavo Petro. La decisión se toma en respuesta a "amenazas latentes" que ponen en riesgo la integridad del jefe de Estado, en un contexto de creciente polarización y episodios violentos que han sacudido al país.
Refuerzo sin precedentes en la seguridad presidencial
“El presidente de la República es también el jefe de Estado y comandante supremo de las Fuerzas Armadas. Eso significa que también es un objetivo militar para las amenazas”, afirmó Sánchez Suárez durante una rueda de prensa en Bogotá.
Según explicó el titular de la cartera de Defensa, se ha decidido fortalecer el esquema de seguridad presidencial con medidas adicionales que van más allá de los protocolos tradicionales. Estas incluirán nuevas unidades especializadas en inteligencia, vigilancia y reacción inmediata, así como la participación activa de cuerpos de élite en cada uno de los desplazamientos del presidente.
“Cuando se desplaza a las diferentes regiones articulamos unos anillos de seguridad con un planeamiento muy detallado, de tal manera que podamos neutralizar cualquier amenaza”, precisó el ministro.
Operativos especiales y despliegue aéreo
Como parte del nuevo protocolo, cada desplazamiento presidencial contará con operativos especiales de las Fuerzas Especiales del Ejército, el uso de aeronaves de la Fuerza Aeroespacial Colombiana, y un refuerzo del Batallón Guardia Presidencial. Además, unidades del Batallón de Fuerzas Especiales Urbanas y la Agrupación de Fuerzas Especiales Antiterroristas Urbanas trabajarán de manera coordinada con la Policía Nacional y organismos de inteligencia civil.
“Siempre donde esté el señor presidente de la República va a haber una amenaza latente. Por eso coordinamos un dispositivo completo que le garantice su tranquilidad y el ejercicio de sus funciones”, agregó Sánchez.
El ministro subrayó que la comunidad de inteligencia del país mantiene un flujo constante de información, lo cual permite anticipar posibles riesgos y actuar con rapidez ante cualquier evento sospechoso.
Contexto de alta tensión política en Colombia
Este anuncio se produce en un momento crítico para la política colombiana, marcado por un atentado ocurrido el pasado 7 de junio contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, uno de los líderes más visibles de la oposición. Uribe Turbay permanece en estado crítico en la Fundación Santa Fe de Bogotá, y su caso ha generado conmoción y preocupación entre distintos sectores del país.
El ataque ha sido interpretado por analistas como una escalada en la violencia política, lo que ha obligado al Gobierno a replantear las estrategias de protección tanto para figuras del Ejecutivo como de la oposición. Si bien las autoridades aún no han atribuido el atentado a un grupo específico, el hecho ha sido catalogado como un intento directo de alterar el rumbo democrático del país.
Seguridad presidencial, una prioridad nacional
El ministro Sánchez enfatizó que, si bien muchos detalles del nuevo dispositivo de seguridad son confidenciales por razones estratégicas, "en este momento podemos decir que la seguridad del señor presidente está garantizada".
El fortalecimiento de la seguridad presidencial no solo busca preservar la integridad de Gustavo Petro, sino también enviar un mensaje de firmeza institucional ante las amenazas que enfrentan las máximas autoridades del Estado colombiano.
Palacio de Nariño bajo vigilancia reforzada
Además de los desplazamientos del mandatario, la seguridad del Palacio de Nariño —sede del poder Ejecutivo— también ha sido reforzada, con nuevos protocolos de ingreso, patrullaje constante y blindaje adicional en puntos estratégicos. Estas acciones buscan prevenir cualquier intento de infiltración o ataque directo a las instalaciones gubernamentales.
El anuncio ha sido recibido con apoyo por parte de varios sectores políticos, aunque también ha despertado críticas de quienes consideran que el Gobierno debe equilibrar la protección con una mayor garantía de seguridad para líderes opositores y ciudadanos amenazados en distintas regiones del país.
En todo caso, el mensaje del ministro de Defensa es claro: la seguridad del presidente Petro será tratada como una prioridad nacional, en medio de uno de los periodos más convulsos de la política colombiana reciente.