
El pasado 10 de marzo, los seguidores de La Casa de los Famosos Colombia vivieron uno de los momentos más emotivos del programa. Mauricio Figueroa, uno de los participantes más queridos, tuvo que abandonar inesperadamente la competencia por motivos de salud. El área de psicología del reality determinó que su estado físico y emocional no le permitía continuar, y así se lo hicieron saber durante una ceremonia, donde sus compañeros se reunieron para despedirlo.
En días anteriores, el actor había compartido con sus compañeros y el público que no se sentía bien. Su condición lo estaba limitando cada vez más y él mismo expresó que prefería priorizar su bienestar. La producción del programa, junto a los especialistas, respaldó su decisión de salir para enfocarse en su recuperación.
El encargado de comunicar la noticia fue “El Jefe”, el anfitrión del reality, quien con tono respetuoso le dijo a Mauricio que las puertas de la casa estaban abiertas para que regresara a su vida fuera del programa. Lo despidió agradeciéndole por haber recordado al país que nunca es tarde para vivir nuevas experiencias.
Días después, el actor fue visto en el aeropuerto, sonriente, agradeciendo a quienes lo apoyaron en ese momento de la competencia. Y cuando muchos creían que su historia en la casa había terminado, regresó en plena dinámica de “congelados”, provocando una lluvia de lágrimas entre los participantes.
Así regresó Mauricio Figueroa a La Casa de los Famosos:
A bordo de una silla de ruedas y con esa chispa que lo caracteriza, apareció diciendo: “¿Pensaron que se iban a librar de mí?”. Conmovido, felicitó a los participantes que han llegado a este nivel de la competencia y aseguró que el programa le cambió la vida.
Después, se quitó la rodillera, se desprendió de su abrigo característico y contó que continúa su proceso médico. Pero lo que realmente conmovió fue el detalle que tuvo con cada uno: llevó carteles personalizados, con una palabra para cada habitante, una que, según él, reflejaba lo que los define como personas.
Antes de despedirse nuevamente, les recordó que el país entero los está viendo, que sus acciones hablan por ellos y que obren con dignidad, sin trampas. “Cada uno sabe cuál es el camino correcto. Cualquiera puede ganar, pero el buen ejemplo es lo que más vale”, dijo, cerrando con una frase que se quedó en el aire y en el corazón de todos: “Luchen con decencia, sin zancadillas… eso es lo que Colombia espera de ustedes”, finalizó.