Sean “Diddy” Combs, el magnate del hip hop, enfrenta cargos por tráfico sexual, abuso y crimen organizado. Detrás de los Grammys y los millones, emerge un entramado criminal que sacude al espectáculo y desnuda el poder impune de las celebridades.
A pocas horas del aislamiento total y de quedar incomunicados, los purpurados aprovechan sus redes sociales para decir adiós a la esfera pública y compartir sus últimas peticiones y preparativos antes del encierro.