La Fundación Granitos de Paz ofrece este 12 de junio un banquete en Bogotá con el fin de recaudar fondos para su causa. Su directora, Elena Mogollón, habló con Kien y Ke sobre las perspectivas de la organización y sus fundamentos. A diferencia de otros Granitos de Paz considera a la familia como centro del desarrollo. Otras fundaciones se dedican a la mujer, la infancia, la tercera edad, pero esta busca, a través de una enfoque de recuperación integral, rescatar la unidad familiar como eje del desarrollo.
El año entrante Granitos de Paz cumple diez años de trabajar por la recuperación de zonas vulnerables de Cartagena de Indias, desde sus cinco frentes de recuperación integral: salud y planificación familiar, educación, capacitación y generación de ingresos, vivienda y medio ambiente.
¿Qué es el modelo de recuperación integral?
Elena Mogollón: Una familia vulnerable necesita todas las herramientas para salir de la pobreza: salud, educación, capacitarse en algún oficio para tener ingresos, vivienda digna y, en el caso de los jóvenes, manejar el ocio y el tiempo libre para prevenir el pandillismo con acceso al deporte y la cultura. Todas estas herramientas conforman la integralidad con que trabajamos en la fundación.
¿Qué beneficios trae la recuperación integral frente a otras estrategias de desarrollo?
Beneficia de manera complementaria a la gente. ¿Qué haces tú cuando te dan educación pero te faltan herramientas para salir adelante? Te dan salud pero ¿qué pasa con la generación de ingresos? La recuperación integral hace diferente a Granitos de Paz, de hecho trabajamos con otras organizaciones maravillosas que trabajan en temas puntuales y nos articulamos.
Ustedes buscan recursos a través de la venta de libros, los editores suelen decir que los libros no se venden bien. ¿Cómo les ha ido con esta estrategia?
Muy bien. Hemos hecho cuatro libros pero no se venden en librerías sino en empresas, con mucho tiempo de antelación. Comenzamos a ofrecerlos a mitad de año para que los compradores, las empresas, los regalen en Navidad. Un cliente puede encargar 300 o 500 ejemplares.
Además de la alegría de hacerlo ¿qué otras cosas le ha dejado Granitos de Paz?
Son muchas. Todos los días ocurren experiencias maravillosas. Por ejemplo, jóvenes miembros de nuestros programas deportivos, de fútbol específicamente, han sido llamados a equipos profesionales como Millonarios o Envigado. No se imaginan la felicidad de sus familia. Comenzamos con estos muchachos cuando tenían diez u once años, ahora son casos ejemplarizantes para su comunidad.
Otra. Construimos viviendas dignas cuando antes la gente vivía en un lote pequeño y casas hechas de tablas. Entregar una casa es maravilloso.
Además, antes los patios de las casas eran basureros, hoy son huertas. Hemos hecho más de 600 huertas en Cartagena, Shakira nos contrató para hacer huertas para los padres de los niños beneficiados por Pies Descalzos.
Las huertas ayudan a la seguridad alimentaria y al medio ambiente. Son también una fuente de ingreso para quienes las cultivan porque venden los frutos a hoteles y restaurantes en Cartagena. Siembran albahaca, que trajimos de Italia, y rúgula. Un agricultor urbano puede ganar 250.000 pesos al mes.
Ustedes se apoyan en el empresa privada, ¿qué tan fluido ha sido ese apoyo?
Todos los días uno ve que las empresas adquieren conciencia en el tema social. Han creado muchas fundaciones que apoyan a otras fundaciones que hacen algo afín a su objetivo. Es un buen momento para hacer alianzas con el sector privado.
¿Y cómo funciona la relación con el gobierno nacional?
Cada proyecto de la fundación tiene apoyo del sector público. Un colegio dedicado a la primera infancia, con 365 niños, funciona gracias a un convenio con el ICBF. Nuestros proyectos de salud también funcionan con apoyo del gobierno nacional o local.
¿Algunos sostienen que es la mujer el núcleo del desarrollo, que opina usted?
Es importante, pero creemos que el núcleo, el centro, es la familia. Yo prefiero el equilibrio. La familia es el equilibrio. Es necesario que el trabajo del padre y la madre sea parejo. Es mucho más sano. Estamos preparando a los jóvenes, los vinculamos a una bolsa de empleo que los ubica laboralmente, en especial en el sector turístico, en hoteles y restaurantes. Estos jóvenes tienen otra mentalidad y están capacitados, se sienten capaces de liderar su familia.
