Los amigos de Angelino

Dom, 02/10/2011 - 15:00
El viernes 26 de febrero de 2010 Juan Manuel Santos hizo pública en Cartagena su candidatura a la Presidencia de Colombia. La decisión sobre la fórmula vicepresidenc

El viernes 26 de febrero de 2010 Juan Manuel Santos hizo pública en Cartagena su candidatura a la Presidencia de Colombia. La decisión sobre la fórmula vicepresidencial resultaba crucial. Desde un comienzo el nombre de Angelino Garzón empezó a rondar en el abanico de opciones. Santos lo conocía desde cuando compartieron gabinete en el gobierno de Andrés Pastrana, él como ministro de Hacienda y Garzón en la cartera de Trabajo. Para Santos estaba claro que la relación de Angelino con los sectores de izquierda, las Ong, los sindicalistas, defensores de derechos humanos y líderes sociales resultaba un complemento vital para su campaña.

Había, además, un nuevo ingrediente: Angelita, la hija del hoy vicepresidente, tenía amores con José Fernando Bautista, hombre de toda la confianza de Santos, a quien conocía desde los tiempos en que fue designado. Bautista colaboró en la fundación del Partido de la U, del que fue secretario ejecutivo hasta que se retiró para entrar de lleno a la campaña de Santos.

José Fernando Bautista, oriundo de Cúcuta,  fue el gerente de la campaña electoral en Bogotá y el artífice de alianzas en distintas partes del país que llevaron a Santos a su arrasador triunfo electoral. No en vano, Santos lo nombró como embajador para restablecer las relaciones con Venezuela.

La esposa del vicepresidente, Monserrat Muñoz, ha estado junto a él desde los tiempos de la CUT hasta hoy día en la Vicepresidencia.

Para entonces,  Garzón ya había dejado atrás su historia de provincia y se desempeñaba como embajador del gobierno de Álvaro Uribe ante  la OIT en Ginebra, Suiza.  Nacido en Buga, hijo único de madre soltera de extracción humilde, se inició como líder de causas sociales desde el Colegio Académico de Buga, donde organizaba  jornadas de protesta para mejorar las condiciones locativas del plantel. Sin la oportunidad de ingresar a la universidad –se graduó ya mayor como comunicador social de la Tadeo Lozano- entró a trabajar en el Dane de Cali, donde tuvo el primer contacto con las organizaciones sindicales y el Partido Comunista.

Desde los veinte años Garzón ha estado en la lucha social y política. Ha hecho el recorrido completo desde el andén de la izquierda como sindicalista raso, secretario general de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), militante del Partido Comunista, Vicepresidente de la Unión Patriótica, Constituyente por la  Alianza del  M-19.  Una carrera meritoria a sus 64 años de edad.

El ex embajador de Colombia en Venezuela José Fernando Bautista fue determinante para la aproximacón del hoy presidente Juan Manuel Santos y Angelino Garzón, desde tiempos de la precampaña presidencial.

El tránsito al establecimiento lo hizo de la mano de monseñor Pedro Rubiano.  En el año 2000 Garzón sufrió una profunda crisis personal cuando su hija Jenny murió de  manera trágica. Su dolor lo llevó a buscar al cardenal Rubiano a quien había conocido a través de la Conferencia Episcopal y el trabajo en la Comisión Nacional de Conciliación en los esfuerzos por la paz y búsqueda de una solución política al conflicto colombiano.

Fue Monseñor Pedro Rubiano, de ascendencia política conservadora, quien se lo recomendó a Andrés Pastrana para ocupar el Ministerio del Trabajo, paso definitivo en el ascenso político hacia la vicepresidencia. La Iglesia y sacerdotes como  Darío Echeverri, siguen siendo aliados en muchos de sus propósitos políticos asociados a la paz, las luchas sociales y por el respeto a los derechos humanos.

Cuando Angelino aceptó ser fórmula vicepresidencial, a comienzos de la campaña no  dudó en buscar a su viejo amigo, el dirigente sindical Julio Roberto Gómez, presidente de la Central General del Trabajo (CGT). Se conocen desde los tiempos del Dane en Cali con el que entraron a formar parte del desaparecido Comité Intersindical de Trabajadores del Estado, CIT.

 

Monseñor Pedro Rubiano Sáenz fue el enlace que permitió que Angelino Garzón se conviritiera en Ministro del Trabajo en el gobierno de Andrés Pastrana.

En esas lides conoció también al ex alcalde de Bogotá y actual presidente del Partido Verde, Lucho Garzón. Juntos, muy jóvenes formaron parte del Partido Comunista del que se retiraron y luego convergieron en la fundación de la Central Unitaria de Trabajadores. Compartió también militancia con Morris Ackerman, a quien había conocido en los tiempos de estudiante de bachillerato en el Colegio Académico de Buga y quien pasó de ser un importante dirigente comunista a  un ideólogo de la paz. Ackerman estuvo casado con Ana Mercedes Gómez, directora del periódico El Colombiano de Medellín.

Los Garzones, como los llaman, son los dos dirigentes de origen de izquierda  más reconocidos del país. Nunca han perdido contacto, a pesar de haber tomado caminos distintos.  Angelino formó parte de la Alianza Democrática  M-19 que surgió tras la desmovilización del grupo guerrillero, mientras Lucho Garzón se la jugó por la fundación del Frente Amplio Social y Político, que se transformaría en el Polo Democrático.

Julio Roberto Gómez, presidente de la Central General de Trabajadores, CGT, ha sido definitivo para que diferentes sectores de izquierda y del mundo sindical se acercaran al gobierno de Juan Manuel Santos.

El escenario del Valle del Cauca, su tierra natal, es la región donde Angelino Garzón mantiene su base política. Su llegada a la gobernación en 2004  fue la oportunidad de consolidar un movimiento regional con proyección a futuro. El actual gobernador del Valle, Francisco José Lourido, proveniente de una tradicional familia vallecaucana con vínculos en el sector azucarero, se convirtió en el gran aliado durante su gobernación.

Conservan una amistad que resultó definitiva para la llegada de Lourido a la gobernación del Valle en reemplazo del destituido Juan Carlos Abadía, quien ha gobernado con buena parte del equipo de Angelino durante su gobernación. Por ejemplo: Javier Parga, como viceministro de Relaciones Laborales y Julián Lemos, vinculado a  los programas de lucha contra la pobreza.

A quien sí le pidió trasladarse a Bogotá fue a su más cercano colaborador político: Orlando Riascos. Fue su secretario de Gobierno en el Valle y cuando asumió la dirección de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación, nombró a Riascos como  coordinador.

Lucho Garzón se conoce con el hoy vicepresidente Angelino Garzón, desde que ambos militaban en el Partido Comunista y la relación se ha afianzdo ahora que el ex alcalde de Bogotá pertenece a la Unidad Nacional.

Lucho Garzón es el dirigente de izquierda que más lejos ha llegado a través del voto popular. Alcanzó la alcaldía de Bogotá. Pero sin duda, Angelino Garzón es quien más altas cumbres de gobierno ha ascendido con una habilidad y sentido de la oportunidad que él sabe puede llevarlo al último de sus propósitos: alcanzar la Presidencia de la República.

El actual gobernador del Valle, Francisco José Lourido es una de la cartas del vicepresidente Angelino Garzón en ese departamento.

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