El presidente Gustavo Petro sorprendió durante la ceremonia de aniversario de la Casa Militar al revelar que enfrenta dificultades para que Verónica Alcocer, madre de dos de sus hijas, pueda regresar al país. El mandatario afirmó que esta situación se ha convertido en una preocupación personal y política que, según él, refleja el nivel de ataques e “ignominia” en contra de su Gobierno.
“La mamá de Antonella no puede llegar aquí porque no puede. A tal grado ha llegado la ignominia sobre mi Gobierno”, dijo Petro, en referencia directa a Alcocer. El presidente insistió en que no se trata de un tema menor ni de un inconveniente logístico, sino de algo que, en sus palabras. intenta impedir la unión de su propia familia.
En uno de los momentos más emotivos y políticamente cargados del discurso, el presidente utilizó su situación familiar como metáfora de los desafíos que enfrenta el país: “Si un padre no puede hacer reunir a la madre con su hija, siendo mi propia familia, pues no voy a poder reunir las familias colombianas tampoco”.
La afirmación abrió una lectura más amplia: para Petro, la imposibilidad de que Verónica Alcocer regrese al país refleja el clima de tensiones internas, persecución y división que, según él, caracterizan a la sociedad colombiana.
Petro también hizo una defensa contundente de Alcocer frente a señalamientos mediáticos: “Repetían lo mismo y fíjese que no era cierto, como no son ciertas muchísimas cosas”.
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La referencia llega en un momento en el que la primera dama es objeto de cuestionamientos por presuntos gastos, viajes y estilo de vida, publicados por medios nacionales e internacionales. El presidente respondió con tono firme, asegurando que las versiones difundidas no corresponden a la realidad.
Verónica Alcocer, en el centro del debate público
La mención del presidente ocurre en medio de días en los que Alcocer ha sido tendencia por investigaciones periodísticas que señalan gastos, uso de recursos y un estilo de vida considerado “ostentoso” por sectores de oposición.
La declaración de Petro no solo la defiende, sino que sugiere que su ausencia en Colombia no es voluntaria, sino producto de presiones o situaciones que el presidente considera injustas y que promete resolver: “Yo voy a hacer que pueda”.
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Con ello, Petro convirtió un episodio íntimo en un mensaje político: en Colombia, según él, ni siquiera la familia presidencial puede reunirse sin enfrentar obstáculos derivados de tensiones políticas y mediáticas.
