¿El "gamín" es un ciudadano de segunda?

Dom, 29/09/2013 - 02:21
Algo a lo que a diario los habitantes de las ciudades "principales"  nos enfrentamos, es a la problemática relacionada con el habitante de calle.  Si bien es cierto que es un problema grave que afr
Algo a lo que a diario los habitantes de las ciudades "principales"  nos enfrentamos, es a la problemática relacionada con el habitante de calle.  Si bien es cierto que es un problema grave que afrontan las ciudades, toca aceptar que detrás de esta hay problemas mayores al de la ausencia de un hogar, comida y aseo, detrás también hay problemas de sueños truncados, vidas acabadas, y falta de oportunidades, de la cual, su principal responsable es la misma sociedad. Pero como si fuese culpa del destino, la misma sociedad acusa a sus victimas de ser un mal para ella, pero es un mal que ella misma genero. Cabe aclarar que acá no estoy afirmando que si unos u otros habitantes de calle están o no relacionados con problemas de delincuencia y consumo de drogas, pero si toca aceptar de que estos mundos ( Drogas y delincuencia) aprovechan la situación del habitabilidad de calle, para así sacar provecho, causando una de las mayores paradojas, la riqueza del negocio ilícito, sostenida por la pobreza y vulnerabilidad, la situación de falta de oportunidades, y la negación del habitante de calle como ciudadano. Difícilmente nos acordamos de los "indigentes" cuando uno de estos se nos acerca a pedirnos una moneda, comúnmente -uno de los primeros pensamientos que se nos viene a la cabeza es, "nos van a robar", pero si ese es nuestro primer pensamiento, es por culpa de los estereotipos que se han creado alrededor de ese mundo, los cuales son claramente evidenciados en todas las denominaciones por la que ha pasado el habitante de calle. Loco, ñero, indigente, gamín, y la última, habitante de calle, demuestran cuál es nuestra percepción de ese ser que muchas veces no catalogamos como ciudadano. Catalogar una causa o motivo por la que una persona llega a la calle es incierto,  pueden ser desde la perdida de un empleo, hasta la droga, el hecho, es que si algo es cierto es que paralelo al mundo de la indigencia, la criminalidad aprovecha para hacerse de las suyas, un ejemplo de eso es el denominado "bronx", que era ejemplo de la miseria y el abandono, hasta de las grandes riquezas generadas por el negocio de la droga. Es por eso que el problema de la habitabilidad en calle se hace grave, porque las manos oscuras de la criminalidad se esconden o se aprovechan de la situación de vulnerabilidad que rodea la habitabilidad en calle. Indigente devuelve plata, kienyke Algo a lo que como sociedad toca apostarle, es a hacer planes en dónde se trate de solucionar el problema de la habitabilidad en calle, tocando distintos aspectos y "tópicos" que hacen tan difícil solucionar un problema de tal envergadura, que ha terminado con miles de sueños, han dejado sin oportunidad a muchos, y que más allá de destrozar la vida del "indigente", destroza la vida de familias, y afecta a otra a la ciudad con problemas de salud, economía y sociedad. Cómo país, distrito o ciudad. El problema de indigencia toca temas generales y específicos. Los generales le corresponde a un estado, distrito o ciudad, en general representada en la figura de  políticas públicas enfocadas a la solución de este tipo de problemas. A lo largo de la historia, enfocándonos en el caso Bogotano, ha tenido varios procesos, que desde mi opinión personal han sido un fracaso y una vergüenza, hasta hace unos años. El primer error, es tratarlo como un problema no muy grave que se puede solucionar a la fuerza como se hizo en el cartucho y con los múltiples momentos de limpieza social, o con la re ubicación de este tipo de personas. Todas estas medidas se han llevado a cabo negando el papel como ciudadano que un habitante de calle ha tenido, y por eso, se han legitimado múltiples atropellos que le han costado la vida a muchos, y que contrario a solucionarlo, lo ha hecho más y más grave. Lo segundo, es volverse asistencialista y creer que brindándoles comida, o como se vio hace poco, suministrarles droga,  se fuera a solucionar el problema de fondo. Para mi, ese tipo de políticas públicas  va a dejar "parásitos"  que se acostumbraran a tener todo, y aunque sin duda alguna han sido movidas más "humanas", se sigue negando su papel como ciudadano, como individuo, como personas con sueños y gustos distintos. De hecho, se los trata como a una población homogénea, en los cuales, todos están enfermos, todos son viciosos, unos gamines y sin estudio, y sin duda, algo que se ha visto en muchas historias de vida es lo contrario, se puede ver desde gente con muchos idiomas, hasta médicos, músicos, o gente que perdió su fortuna, o su contrario, gente desplazada o que nació en la miseria absoluta. Sin duda alguna desde mi percepción, el equilibrio está entre políticas públicas agregadas, es decir, tratar el problema como población, catalogada en la habitabilidad de calle, pero teniendo en cuenta que no todos son consumidores de drogas, no todos tienen sus ingresos en mendigar, y por sobre todo, que tienen motivaciones y gustos distintos, hay que recordar que ante todo son seres humanos.  Y  cómo medida principal, y algo a lo que el alcalde Petro le ha apostado mucho, es a darle el papel de ciudadanos, al punto que le dio la posibilidad de tener representantes y poder escogerlos ellos mismos. Pero la políticas públicas se quedan cortas, si no se tiene en cuenta el siguiente aspecto. El papel y la imagen del indigente ante los "ciudadanos de primera". ¿Qué determina ser un ciudadano de primera? Si fuese pagar impuestos, más de uno se queda por fuera, si fuese votar, aquellos que prefieren el sueño a votar también, y tener papeles, una casa, consumir, coger bus o transmilenio, bueno, ¿En qué te hace ciudadano eso? Es por eso, que algo que hay que comenzar a cambiar, si en verdad se quiere cambiar y solucionar el problema, es la percepción y el rechazo del habitante de calle como ciudadano. No sentimos felices rechazando a todo aquel que es diferente, y la cotidianidad parece una selva en donde se burlan del más débil, el blanco se cree superior al moreno, el moreno del negro, el negro del indígena, y así sucesivamente, y en torno a estos creamos estereotipos. El habitante de calle no se salva de esta dinámica. Y con todo respeto, con lastima no se va a solucionar el asunto, y muchas fundaciones han llegado con esa mentalidad a ayudar, pero en últimas termina agravando el problema. Si en realidad se quiere solucionar el problema toca cambiar la mentalidad, y pensar al habitante de calle como un ciudadano, al que por una u otra situación, la vida le jugo una mala pasada, un  ciudadano con derechos y deberes. Lo sé, es "desagradable" ver las condiciones en que viven, y sin duda genera desconfianza, y  a muchos asco cuando se les acerca, pero sin duda la solución a esos problemas va en aceptarlos como ciudadanos, saber que piensan, por qué llegaron allá, y por ende buscar una solución efectiva. Para finalizar, ¿Es el "gamín" un ciudadano de segunda? o en realidad, esa imagen es la que ha legitimado la perpetuidad del problema de la habitabilidad en calle, generando problemas aún más graves como los ya anteriormente mencionados. No sé ustedes, pero ya han sido muchos años de vergüenza, de políticas mal efectuadas, de intolerancia y odio en contra del habitante de calle, de muchos atropellos, muchos robos, mucha droga vendida, muchos sueños truncados, vidas perdidas, monedas dadas... y nadie aún parece responder a la pregunta de ¿Es el "gamín un ciudadano de segunda? Sea cual sea la respuesta, toca hacer algo para evitar vergüenzas y problemas como los del centro de Bogotá, o las denominadas ollas.  
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