Así te vemos Pacho

Jue, 02/07/2015 - 01:31
En Ecuador comenzó el despertar de un pueblo con el discurso de Jaime Nebot dirigido a los más de trescientos mil guayaquileños que acudieron al llamado de su muy querido alcalde. “Aquí está el
En Ecuador comenzó el despertar de un pueblo con el discurso de Jaime Nebot dirigido a los más de trescientos mil guayaquileños que acudieron al llamado de su muy querido alcalde. “Aquí está el pueblo en el único espacio que nos dejaron, el que nunca podrán quitarnos: la calle”, dice Nebot con voz enérgica pero pausada sin arrebatos veintejulieros. Rechazar los atropellos, oponerse a la imposición de las ideas oficialistas y plantear una nueva concepción del Estado fueron los tres objetivos de la convocatoria, los que serían resumidos en uno sólo: la caída del tirano. “¡Fuera Correa! ¡Fuera!” gritan los guayaquileños. “Fuera Maduro! ¡Fuera!” gritan los caraqueños cada vez que salen a las calles y “¡Fuera Santos! ¡Fuera!” gritaremos los bogotanos porque esta América Latina está unida por el dolor y más unida que nunca para que no nos la arrebaten. Mi admiración de siempre por Jaime Nebot dio un salto cuántico con ese memorable discurso que despertó la esperanza de un pueblo libre. Lo que ocurre en Ecuador, Venezuela, Brasil y cualquiera de nuestros países vecinos se siente en Colombia. Si en Guayaquil “ya no quema el sol” como dice Nebot, tampoco en Bogotá ni en Caracas, y continua: “pero el fuego de sus almas patriotas es el que ha encendido esta gigantesca antorcha de la libertad ¡Qué no se apague jamás!” ¡Qué no se apague! Así como los guayaquileños la encendieron así los bogotanos lo haremos porque tendremos un alcalde que seguirá los pasos de Nebot y no permitirá que esa antorcha de esperanza,  libertad y prosperidad se apague. Así te vemos Pacho, liderando la liberación de Colombia desde la alcaldía de Bogotá. Y te vemos así porque conocemos tus dotes de liderazgo. Las marchas que convocaste contra el secuestro son antecedentes claros de lo que ocurrió el jueves 25 de junio en Guayaquil. Con el grito de “¡No más!” Los colombianos empezamos a dejar de tenerle miedo a los terroristas y fuimos millones los que marchamos contra las FARC un memorable 4 de febrero de 2008. Por eso lo de Guayaquil convocado por el alcalde Nebot, la gigantesca marcha del 30M convocada por el alcalde Leopoldo López desde la infame prisión en la que se está muriendo y las que vendrán con Pacho serán “las patadas democráticas en los grandes glúteos de quienes quieren ganar el Premio Nobel de Física transformando en estiércol países que tienen futuro y que ellos se lo quieren quitar” como dice con valentía el alcalde Nebot en un país que, como en el de Venezuela o en el nuestro, la valentía se paga cara, muy cara. “No les vamos a dejar ganar ese Premio Nobel de Física. Que se lleven su fábrica de desempleo y de miseria a otra parte ¡Aquí no los queremos ni los necesitamos!”,  dice Nebot y su gente lo ovaciona. Por acá, por Colombia, tampoco queremos premios de Física ni de ninguna otra especie, queremos un país de prosperidad y vamos a luchar por retomarlo. Nebot refiriéndose a Correa dice en su discurso: -Y ahora quiere dialogar asustadito como está. ¿Ustedes quieren dialogar?, les pregunta a los trescientos mil guayaquileños que responden en una sola voz: -¡No! -¿Ustedes le creen a Correa? -¡No! -Más duro porque dicen que desde allá no se oye. -¡¡¡No!!! Nosotros, los colombianos, tampoco queremos dialogar ni le creemos a Santos. Nosotros, los colombianos, también queremos ser escuchados. Y que toda América Latina siga las palabras de Jaime Nebot: “Si quieren darle una patada democrática en sus grandes glúteos que sea en las urnas, democráticamente”.
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