La intervención de la denominada calle del Bronx comenzó a gestarse por decisión del entonces vicefiscal, Jorge Fernando Perdomo (hoy titular encargado) el día que las mafias asentadas en el lugar osaron secuestrar y torturar a dos agentes del Cuerpo Técnico de Investigación, CTI.
Semejante provocación resultaba inaudita y bien hubiera podido originar una acción inmediata de arrasar el lugar, pero la Fiscalía se tomó su tiempo para investigar y ahondar en los vericuetos del que ha sido denominado “un infierno” dentro de la ciudad.
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Como se recuerda, por versiones periodísticas de la época, los funcionarios investigaban el posible secuestro de una persona, que probablemente había sido llevada al Bronx. “Campaneros” del lugar dieron aviso a sus compinches y un fuerte grupo de delincuentes capturaron a los agentes, que estaban desarmados.
“…Los amarraron y amenazaron con quitarles la vida con el juego de ruleta rusa, que consiste en intercalar una bala en un revólver al momento de accionar el arma. Luego amenazaron con cortar los dedos de sus manos con una pequeña guillotina, con la intención de obtener respuestas acerca de qué investigaciones realizaban en el sitio”.
Cinco cosas espeluznantes que se encontraron en la calle del Bronx
KienyKe.com confirmó que los dos agentes sobrevivieron al horror vivido, pero quedaron con profundas huellas físicas y sicológicas que cambiaron el rumbo de sus vidas. Sin embargo, lo sufrido ha sido de vital importancia en el trabajo que adelanta la Fiscalía para acabar con el horror concentrado en el Bronx.
La agresión contra los dos agentes del CTI se convirtió en “asunto de honor” para la institución, que decidió no pasar de largo ante la afrenta y redimensionar la peligrosidad del sitio, donde –en la práctica- las autoridades no podían asomarse.
A partir de ese momento, la Fiscalía inició el proceso largo de investigación que desembocó en las acciones que hoy se están cumpliendo, en coordinación con varias entidades del Estado.
El inicio del final del Bronx
El director del CTI, Julián Quintana, al frente de las investigaciones dice que lo que está sucediendo es “el inicio del final de la zona”.
El propio Quintana ha salido en los medios a revelar el horror: casas de pique, secuestros, asesinatos, perros asesinos, narcotráfico, violaciones, trata de personas, “evidencias de sangre humana en lugares donde se llevaban a cabo torturas y homicidios”.
Este relato es desgarrador: “Encontramos las canecas llenas de ácido donde los delincuentes metían los cuerpos luego de triturarlos para así librarse de las evidencias“.
“Encontramos unas canecas donde, según nuestras fuentes, metían a las personas para deshacerse de los cuerpos con el ácido; efectuaban torturas con armas de fuego, con armas cortas, con perros“.
