El tipo de mujer que soy

Vie, 21/10/2011 - 00:03
El día que salí del closet con mi mamá me preguntó: ¿Ahora empezarás a vestirte como un hombre? Es clave que se entienda la diferencia entre sexualidad y género,

El día que salí del closet con mi mamá me preguntó: ¿Ahora empezarás a vestirte como un hombre? Es clave que se entienda la diferencia entre sexualidad y género, y debí explicárselo a mi mamá para aclararle el cruel camino que tenía por delante. Le expliqué entonces que el hecho de que también me gusten las mujeres no pone en tela de juicio mi género y cómo me identifico. Me gustan las mujeres pero sigo identificándome como una mujer. Pero esta columna nada tiene que ver con mi bisexualidad. Esta columna la inspiró un follower en Twitter que me escribió: “Pienso que @Vagina_Mayer es un seudónimo; eres hombre, una mujer no es tan cancha pelada como usted…”. Después de adivinar lo que quería decir con ‘cancha pelada’ decidí escribir sobre qué clase de mujer soy, y porqué soy una mujer.

Soy de esas mujeres que no esperan a que les ofrezcan lo que quieren. Soy de las que va pidiendo lo que quiere, de las que agarra lo que quiere sin que se lo hayan dado. Yo no espero, yo voy haciendo. Cuando tenía más o menos diez años, decidí que estaba enamorada de Martín Cabral, entonces lo llamé por teléfono y le pregunté si quería ser mi novio. Sí quiso, y pasamos juntos una temporada hasta que me dijo que ya no quería ser mi novio y entonces me ennovié con su mejor amigo.

Soy del tipo de mujer que elige la ropa de acuerdo con el grado de comodidad de la misma. Sin embargo, me forro los pies con curitas para ponerme las botas que más me gustan. Así es que tengo un presupuesto para zapatos y también para curitas. Soy de esas mujeres que solamente usan tampón cuando van a ir a una piscina o al mar. De lo contrario uso las que mis amigos las flores llaman: sillas de montar. Me cuesta trabajo la sola idea. Tener un objeto metido en la vagina durante horas no me hace gracia, no si no lo estoy disfrutando. Soy de las que solo se afeita las piernas si alguien va a verle las piernas. No pago por que alguien me haga la cera, me niego a meter ese gasto dentro de mi presupuesto. Soy de esas mujeres que no salen de la casa si no han desayunado y no han tomado al menos un vaso de jugo de naranja.

Soy de las que da el primer beso sin esperar a que se lo den. Soy de las que muerdo y chupa toda la boca con la lengua. Soy de esas mujeres que se acuestan en la primera cita. Yo no espero, yo hago lo que se me va dando la gana. Soy de las mujeres a quienes no se las comen, más bien soy de las mujeres que comen, de las que comen a la carta. Yo no creo en las putas, sino en las prostitutas, y yo no cobro. Yo no juzgo a quienes otros llaman perras, yo considero que viven sabroso y aquí vinimos a ser felices. Soy de las mujeres que están de acuerdo con el aborto, en el caso que sea. Estoy de acuerdo con el aborto si me violan, y si no me violan también. Soy de las que creen que para que un niño sea feliz hay que querer tenerlo. Soy de esas mujeres a quienes les gusta follar sin condón, y sufren porque toca ponérselo.

Soy de las mujeres que siguen a su corazón casi que antes que a su cabeza. Soy de las que se botan al agua sin flotador, sin saber nadar. Soy de esas mujeres que se caen y se dan en la jeta para pararse y seguir caminando, para ver cuándo es que vuelvo a caerme y a reventarme la cara otra vez. Soy una mujer terca, testaruda, soy agresiva, intensa, soy una mujer fuerte. Soy de las que han aguantado tanto dolor que ya le perdieron el miedo. Soy de las que caminan solas. No le tengo miedo a la soledad, le doy la bienvenida con brazos abiertos porque sé lo que valgo y no me temo a mí misma.

Soy una mujer obsesionada con la música y los colores. Amo todo lo que brille, el maquillaje y los esmaltes para las uñas. Jamás me verán con las uñas sin pintar. Colecciono aretes y collares, tengo muchos más de los que puedo ponerme. Tengo suficientes pares de zapatos para no tener que repetir ningún día del mes, pero no tengo ni un par de tacones. No uso tacones, y de todas formas tengo el culo grande y parado. Soy una mujer de ojos grandes y tetas grandes, tetas Titánicas. Soy de esas mujeres que casi no se ponen ropa escotada, porque ahí están, no hace falta sobre-exponerlas. Soy de esas mujeres que usan pintalabios rojo, de las que se pintan la jeta como una flor. Soy vanidosa porque soy divina.

Soy de esas mujeres que encantan con su voz y con sus ojos. Tengo pestañas largas y gruesas, de las que parece que fueran artificiales cuando me pongo pestañina. Tengo las cejas gruesas y pobladas, en honor a Frida Kahlo. Soy esclava de las hormonas que me dominan los ánimos como si estuviera montada en una montaña rusa. Soy de las que lloran con la muerte de King Kong y con una historia de un corazón partido.

Soy de las que llegan sin que las llamen y entran sin que las inviten a pasar. Desde que era adolescente, soy la que le piden a una mujer su teléfono porque sus amigos no se atreven a hacerlo ellos mismos. Soy la que grito más duro y la que hablo más claro. Tengo el cuerpo lleno de curvas, soy coqueta y descarada. Soy una mujer que da abrazos demorados y apretados, de esos abrazos que llenan el alma. Soy de las que quieren a los amigos como hermanos y los cuidan como perlas.

Soy de la clase de mujeres que llaman a las cosas por su nombre. Yo no doy vueltas, yo vengo a lo que vine, no pierdo el tiempo. No le tengo miedo a las groserías; me gusta decir gonorrea y Mother-fucker. Me gustan porque tienen fuerza y pocas palabras son tan expresivas. Me gusta describir las cosas con lujo de detalles, me gusta la porquería, cuánto más gráfico más me provoca. Me gustan las cosas claras, y las cuentas claras. Me da mal humor no entender, y más aún si no entiendo porque falta claridad y precisión. Soy frentera, no conozco la timidez. Soy hiperactiva, no me llevo bien con la paciencia, no entiendo la relajación y no hablo el idioma de la meditación.

Soy de esas mujeres que no perdonan. Soy de esas mujeres a quienes se les hiere solo una vez porque no estarán ahí para la siguiente. Soy de esas mujeres que tienen más dedos en una mano que buenos amigos. Soy la que más ruido hace, soy dinamita. Soy de las que viven día a día; para mí mañana no existe, porque todavía no ha llegado. Soy persistente, soy clara, clarísima. Soy sencilla y práctica, no me complico la vida.

Soy de esas mujeres que siempre creyeron que no querían ser mamás y ahora que se creen enamoradas empiezan a dudarlo. Nunca he cambiado un pañal y jamás me han vomitado encima, pero soy de las que siempre han sabido cómo se llamarán sus hijos y de las que jamás tendrían una nana que los criara. Soy de las que prefiere una cesárea a un parto natural. Soy de esas mujeres que aman y le temen a su vagina. Soy de las que le tienen pánico al ginecólogo y lloran cada vez que lo visitan.

Soy una mujer “condenadamente libre”, no tengo reglas, ni fronteras, ni prohibiciones. Soy una mujer de moral borracha y confundida. Soy de las que lo cuestionan todo, todo el tiempo. Soy de esas mujeres difíciles de convencer, no me faltan las ideas arraigadas como las raíces de un árbol milenario. Soy de esas mujeres que hacen preguntas difíciles y entienden respuestas complicadas, aunque sea necesario explicarlas varias veces. Soy una mujer que no sabe dividir ni multiplicar con decimales. Soy de esas mujeres a quienes les quema la plata en el bolsillo, considero que la plata fue creada para gastarla. No me preocupa la plata, no sueño con ella y no me quita el sueño. Valen mucho más mis deudas que mis ahorros, y de igual forma no me angustian.

Soy de las que les cuesta confiar en otras mujeres, me demoro en aceptarlas y mucho más en quererlas. Soy de esas mujeres antipáticas y cerradas, como los perros que mean marcando el territorio. Soy de esas que siempre tuvieron muchos más amigos hombres que mujeres. Soy de las que no quieren a su familia porque le tocó, sino porque elijen quererlos. Soy de las que solo quisieron a una de sus abuelas y se limpian el culo con la mitad de sus primos. Soy de esas mujeres venenosas a quienes es mejor dejar quietas. Soy dura por fuera y un dulce por dentro, pero pocos tendrán la fortuna de descubrirlo.

Soy mujer porque me siento cómoda en mi piel de mujer. No me hacen más mujer mis tetas y mi vagina, me hace mujer el hecho de que me lo creo. Vivo lo que significa ser una mujer, lo asumo y lo disfruto. Asumo mi feminidad sin depender de nadie más. Soy mujer porque me creo mujer, porque me sé mujer. Soy un mujerón, soy la mujer maravilla y vuelo cuando sueño.

Twitter: @Vagina_Mayer

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