
Como creyente intento que la Semana Santa sea un momento de reflexión sobre mi fe. Pero como soy un pecador me impacta el mensaje de la misericordia que es central en la Pasión de Cristo. La imagen del Cordero que sella la nueva alianza con su sangre para redimirnos del pecado es muy poderosa pues viene acompañada de la promesa de la vida eterna.
El relato de la última Pascua de Jesucristo en la Tierra es un maravillosa descripción de lo poco que ha cambiado la naturaleza humana en más de veinte siglos. Todos los eventos que conducen a su muerte son clásicos. Está el sanedrín, más preocupado por proteger sus intereses y aliarse con los poderosos romanos que por escuchar el mensaje de salvación. Judas Iscariote, el traidor, que siempre es un amigo. El pueblo, volátil y manipulable, que días antes aclamaba a Jesús y días después pide se muerte salvando a Barrabás. Pilatos, como un juez moderno, se queda en la formalidades de ley, dejándose presionar por el entorno y las circunstancias. Los apóstoles, Pedro el primero, que juraron dar su vida por el Mesías y que desaparecen en medio del miedo.
En medio de esta colección de debilidades humanas está la Víctima, que todos saben que es inocente, sobre la que caen los castigos, el dolor, la soledad, las burlas y la muerte.
Guardadas las proporciones, la Pasión y muerte de Jesús se parece mucho a los dramas de este mundo moderno. Hay sanedrines protegiendo sus intereses económicos sin importar la suerte de los demás. Hay Judas que proliferan en la política. Hay pueblos manipulables por los demagogos de turno, hay jueces venales y corruptos, hay justos que, como los apóstoles, prefieren callar para no asumir ningún riesgo que ponga en peligro su comodidad. Y están los débiles y pequeños, que siempre esperan que los demás los tengan en cuenta y que, con fe de carbonero, confían en que también para ellos habrá justicia.
Si La Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo no fuese el relato más importante de nuestra historia, sería sin duda un impresionante relato de la pequeñez del ser humano.