El papel de Carlos Alonso Lucio
La presencia de Carlos Alonso Lucio en el debate para convocar un referendo que impida la adopción gay, resultó inconveniente para la iniciativa y deslució a la senadora Viviane Morales, con destreza y talento suficientes para enfrentar la discusión.
Lucio, polémico, provocador, con un pasado tortuoso, (guerrillero y después abogado de paramilitares) tan inteligente como incendiario, se dejó llevar por el protagonismo –o se equivocaron en la estrategia- y un debate, de por sí polarizante, se desvió hacia el pasado de Lucio, como hombre, padre, líder político y ahora religioso. Y en todas las facetas tiene contradictores.
Los hijos de Lucio –que no son con su esposa de hoy, la señora Morales- salieron en su defensa y lo hicieron de manera vehemente, atribuyendo la ausencia del padre y la madre a que eran militantes del insurgente M-19, que obligaba a la clandestinidad. De ahí que crecieran con los abuelos.
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Lucio debe tener claro que su vida es controvertida, al margen de que pueda justificar todos los episodios aparatosos a los que ha sobrevivido. Su mente brillante ha debido advertirle de los peligros e inoportunidad en el debate convocado en el Congreso de la República, del cual no es miembro. Y donde su presencia produce urticaria en algunos sectores políticos.
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Resultó entrometido, con mayor protagonismo que la senadora, su mujer, la que ha debido encarar todo el debate, con su comprobada solvencia intelectual.
Ya tenía suficiente Morales, senadora y ex fiscal general, con explicar que tiene una hija lesbiana. En entrevista con Vicky Dávila explicó la relación:
“Cómo podría ser yo homofóbica si tengo una hija a la que amo, respeto, admiro; que tiene una orientación sexual diversa”. Y a continuación Aseguró que: “Éste tema ha sido muy duro, sobre todo porque los medios han sido crueles, las señoras Claudia López y Angélica Lozano han pasado todas las fronteras de la dignidad humana a través de los trinos, ha sido un tema duro y cruel. Y en mi hija he encontrado la persona más madura, más valiente, más serena. Obviamente tenemos en ese tema posiciones distintas, pero nos respetamos y en el amor entendemos la posición de la una y de la otra y eso no ha dañado para nada nuestra relación".
Lo que viene
El proyecto se hundió en la comisión primera de la Cámara de Representantes, en su tránsito legislativo, y resulta muy difícil revivirlo.
Les queda una elección a ellos como pareja, que posiblemente piensen distinto a lo aquí planteado (al fin y al cabo no soy consejero matrimonial). Y a los políticos, para entender que no todas las batallas se dan en público con las parejas (generalmente no ocurre en Colombia).
Y Lucio tendrá que aprenderle al príncipe Felipe, Duque de Edimburgo, consorte de la reina Isabel de Inglaterra, que todo sale bien si –cuando corresponde- se camina dos pasos atrás de la protagonista principal.