Esto está que arde, hay peleas por todas partes, peleas inútiles, de egos, de exhibición, como aquellas que hacen los luchadores bufones en el cuadrilátero que fingen darse duro para que el público se emocione, grite y aplauda, pero que de verdad ni se tocan, apenas aparentan.
Es lo que está pasando con la política colombiana, mucha pelea, muchos insultos, pero pocos resultados. Los enfrentamientos sirven para hacer titulares y columnas, pero para nada más. O si no, ¿díganme para que han servidos los enfrentamientos del Fiscal y la Contralora? Tal vez para que los entrevisten y se hagan más notorios. Pero estoy segura que no se va a llegar a nada. Ni el Fiscal podrá meter en la cárcel a la Contralora por los contratos que le investiga, ni la Contralora podrá destituir al Fiscal por las presuntas actuaciones de indebidas con Salucoop por las que lo investiga.
Tampoco va a servir de nada las garroteras entre los aspirantes del Partidos Liberal a encabezar la lista al Senado, ni los cuestionamientos que le hacen a Simón Gaviria por ser delfín y dirigir a la agrupación como si fuera una finca de su propiedad. Pasó la Convención y el muchacho consolidó su poder y su alianza con Horacio Serpa.
Lo de Uribe y Santos ya tiene cansado al auditorio. Cada semana el ex presidente le echa vainazos al Presidente-candidato y éste riposta haciendo comparaciones con lo que hizo el mandato de Uribe. Pero nada pasa, simplemente se aprovechan estas peleas para hacerse notar un poco más cada uno, subir y bajar en las encuestas.
Las palabras airadas de Pacho Santos contra el sanedrín de su amado jefe Alvaro Uribe, llamando politiqueros, clientelistas y otras linduras a Favio Valencia y a Maria del Rosario Guerra, no van a tener ninguna trascendencia. Sirvieron, si acaso, para que Pachito se sacara una que otra espinita que tenía clavada en el alma, pero ahí acabó. Al parecer nadie lo toma en serio dentro del Uribismo y la campaña sigue, sin Santos.
Y para rematar tanta exhibición de agresiones verbales, la semana pasada apareció una que nos tiene encantados a los colombianos por su ingrediente de picante y de chisme. Andrés Pastrana lanzó un libro en el que da su versión sobre hechos de la vida política y de paso le mete varias pataditas en la espinilla a Cesar Gaviria, a Ernesto Samper y a Horacio Serpa.
Si no fuera tan dramático el paso del narcotráfico en la política de Colombia, la pelea sería como para comprar crispetas y sentarse a disfrutar frente al televisor pues las respuestas han sido tan sabrosas como las acusaciones que las originaron. Gaviria le dijo de todo a Pastrana, furioso lo tildó de loco y mitómano pero no se tomó el trabajo de referirse en concreto a nada.
Tal vez lo más divertido fue ver como Pastrana se dio un puñetazo tirando puñetazos a diestra y siniestra se asestó uno en su propio ojo porque no de otra manera se puede entender que cuente con la mayor ingenuidad que ocultó una carta de los Rodriguez Orejuela por trece años, en la que incriminaban a Ernesto Samper. ¿El ocultamiento de pruebas, no será acaso algo que se debe investigar? Pregúntenle al Fiscal. Ahh, pero él está ocupado en su propia pelea.
Todas estas riñas de mentiritas son apenas para generar titulares y darnos oficio a nosotros los columnistas, porque nada va a pasar. Nadie va a investigar en serio a nadie y cada uno de los protagonistas seguirá en su vida política sin mayores tropiezos.
El Uribismo no depurará sus listas, el Fiscal no será investigado por sus relaciones con Saludcoop, a no ser por la persona a la que él investiga, la Contralora. Es decir cada uno tendrá agarrado al otro de “las pelotas” y no se soltarán sino cuando haya un acuerdo para hacerlo simultáneamente. Santos Juan Manuel seguirá en campaña y Uribe Alvaro, idem. Es decir, las cosas que se han dicho no cambiarán el rumbo de la política colombiana, porque aquí no hay amenazas serías que desestabilicen el statu quo de la dirigencia.
Ni siquiera la izquierda y los partidos progresistas saben aprovechar las peleas que se están dando, porque ellos también se la pasan en esas, echándose vainas y nada que se unen.
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Peleas que de nada sirven
Mar, 03/12/2013 - 03:25
Esto está que arde, hay peleas por todas partes, peleas inútiles, de egos, de exhibición, como aquellas que hacen los luchadores bufones en el cuadrilátero que fingen darse duro para que el públi