El mismo canciller, desde su cuenta personal de Twitter, nos informó que desde hace varios meses se investigan distintos planes para atentar contra el presidente Iván Duque. No es un rumor y menos una falsa noticia. Que en unas fechas tan especiales un personaje de alto rango y quien nos representa en el exterior, haga la denuncia pública a través de un medio que llega directamente al receptor final, sin ningún intermediario en cualquier lugar del mundo, es que la cosa es inmensamente grave y esto hace tan extraña la reacción tibia de los colombianos.
¿Qué nos ha pasado? ¿Ocho años de engaños y falsedades nos han llevado a la indiferencia?
Mientras pensaba en la frialdad frente a una noticia tan desconcertante como la de que se planea asesinar a nuestro joven y querido presidente, me vino a la cabeza el grave daño causado a las raíces éticas de nuestra democracia. Para construir una falsa paz a los ciudadanos del común comenzaron por fragmentarnos, dividiéndonos entre “amigos de la paz” y “enemigos de la paz” para que todos saliéramos perdiendo.
Para unos el país está en paz porque desaparecieron las FARC como grupo armado y andan convencidos que con fundir unas baldosas con las pocas armas que entregaron ya no hay guerra y bla, bla, bla. Para otros el país no está en paz, como se hace evidente a diario, como tampoco estuvo en guerra sino que fue victima del accionar de unos criminales patrocinados primero por la Unión Soviética, luego por Castro, el Foro de Sao Paulo y la cocaína, que lo que pomposamente llaman disidencias están más armados que nunca y bla, bla, bla.
Los primeros han construido todo un laberinto de mentiras para justificarse ante sí mismos y luego tratar de convencer a otros del acierto de esa mirada cínica frente a la impunidad con los crímenes cometidos durante lo que ellos llaman la guerra. Los segundos se ven desamparados cuando todas las atrocidades cometidas quedaron como cosa del pasado y ya no hay nadie que los escuche ni a quien puedan pedir justicia.
Dicen que es mitad y mitad del país los que estamos en un lugar o en el otro. Ya sea así o no, lo cierto es que en su totalidad todos salimos derrotados con un acuerdo ilegitimo que ha corroído nuestros cimientos democráticos y hemos sido atacados por el virus de la indiferencia.
¿Hasta cuando viviremos esta atroz situación divididos e indiferentes? Dicen que no hay nada más peligroso que la indiferencia y con razón. Repasemos una y otra vez la famosa frase de Martin Luther King: “Lo preocupante no es la perversidad de los malvados sino la indiferencia de los buenos.
Mientras no se desmonte ese acuerdo ilegitimo que nos debilita, el país no va a encontrar su senda de progreso. Nos costó muy caro haber permitido que un personaje tan diabólico como Juan Manuel Santos hiciera lo que le viniera en gana y nos va a salir mucho más costoso no hacer trizas a tiempo lo que el armó junto a los narcoterroristas.
Unos por haber sido cómplices y otros por haber sido humillados no levantamos nuestras voces. Unos y otros engañados nos enfrentamos y olvidamos al verdadero enemigo. La culebra sigue viva y sique arrastrándose para atacar en cualquier momento. Ahora ha puesto la mira en el presidente, objetivo fácil para los criminales como lo demuestran a cada rato cuando francotiradores asesinan por deporte a soldados indefensos.
Quieren provocar el caos. Entre terroristas de todas las pelambres, narcos, criminales y gobiernos corruptos y dictatoriales conforman una transnacional del crimen cuyo objetivo inmediato es hacer un polvorín en la región y no podemos quedarnos indiferentes ante eso.
Planean asesinar a Duque
Lun, 31/12/2018 - 07:11
El mismo canciller, desde su cuenta personal de Twitter, nos informó que desde hace varios meses se investigan distintos planes para atentar contra el presidente Iván Duque. No es un rumor y menos u