Es muy difícil hablar de Hugo Chávez sin apasionamientos. Muchos lo recordarán como un héroe sin precedentes en la historia de Latinoamérica y otros como el peor de los dictadores de los últimos tiempos. Es imposible que sus seguidores lo hubieran amado tanto, de haberlo hecho tan mal y sus opositores lo hayan odiado, como lo odiaron, de haber hecho todo bien. Su legado es el referente más próximo que tenemos los colombianos de modelos negativos que debemos evitar a toda costa, pero también de ejemplos positivos, que si nos atrevemos a adoptarlos, serían bastante beneficiosos para nuestra nación.
LO QUE DEBEMOS RECHAZAR: Su modelo económico. La nacionalización de la economía, expropiando empresas e incrementado el dominio del gobierno sobre los principales sectores de producción, la estatización de servicios públicos y el aumento de la centralización del manejo de la hacienda pública; se vio directamente reflejado en: los altísimos niveles de inflación, la devaluación, la desaparición de la industria, la inseguridad jurídica, el desempleo, la caída de la inversión, la precariedad de los servicios públicos, entre otros. La solución de Chávez para la mayoría de sus problemas económicos fue esquivarlos con el control de la divisa y la utilización de la producción de petróleo. Esto derivó en una economía cada vez más cerrada, menos capaz de atraer la inversión y más dependiente de los precios del combustible. Su autoritarismo. Fue bastante lamentable que después de dos décadas de que terminara la última de las dictaduras de derecha en América Latina, aparecieran nuevos brotes de autoritarismo de izquierda liderados por Chávez, que posteriormente fueron rápidamente imitados en Bolivia, Ecuador, Nicaragua y hasta en la misma Argentina. Donde los líderes son elegidos democráticamente, pero gobiernan de forma cada vez menos democrática. Chávez fue el mejor ejemplo del líder que impone su voluntad sin escuchar los argumentos de los demás, por que cree que siempre tiene la razón y que únicamente lo que él piensa es lo correcto. Su atropello a los derechos civiles y políticos. La presidencia de Chávez fue marcada por una alarmante indiferencia por las garantías básicas de los derechos humanos. Ejerció un control desmedido sobre el Poder Judicial. El acoso a la prensa opositora, la censura y el irrespeto a la pluralidad de opiniones hicieron parte de su sistemático accionar. Como si fuera poco, su gobierno también gozaba de plena discrecionalidad para intimidar, censurar y perseguir judicialmente a la oposición. Alardeaba de ser el sucesor del libertador, pero no era respetuoso de las libertades individuales de muchos. LO QUE PODEMOS APRENDER: Sus conquistas sociales. Nadie puede negar los logros alcanzados por Chávez en la disminución de la pobreza y miseria en Venezuela. Supo aplicar muy bien durante su gobierno la fórmula de la igualdad formal que predica: “tratar de forma igual a los iguales y desigual a los desiguales” es decir, le dio un trato especial a los que estaban en condiciones de desigualdad. Este principio es universal y así muchos en Colombia quieran pretender que no existe, sabemos que no hay mayor injusticia que la del trato igual a los desiguales. Su compromiso con la paz de Colombia. Resultaba frustrante que el presidente de otro país anhelara e hiciera más esfuerzos por lograr la paz en Colombia que muchos colombianos. Más de una vez oí a Chávez afirmar: “el conflicto en Colombia es absurdo y los colombianos se merecen la paz”, no podemos negar que tenía toda la razón. Tampoco podemos pasar por alto el rol fundamental de Chávez para que el actual proceso de paz con las Farc fuera posible. Tal vez Chávez sentía simpatía por los principios que dieron origen a la guerrilla y por eso algunas personas lo califican de encubridor. Pero pienso que de manera desinteresada y oportuna, expresó un alto grado de integración y adhesión ilimitada a la paz de nuestro país. Su sentido de integración y cooperación latinoamericana. Otro aspecto que podríamos aprender del presidente Chávez son los esfuerzos en pro de la integración y cooperación latinoamericana. No se equivocaba cuando afirmaba que la integración es el principal instrumento para el desarrollo económico y el progreso social de la región. Si bien el socialismo del siglo XXI no era la mejor forma para integrar a la región, creo que la confianza que depositó en la capacidad conjunta de Latinoamérica para crecer en bloque, de manera sostenida e independiente, es bastante válida y un ejemplo a seguir. También hay que reconocer que Venezuela bajo el gobierno de Chávez fue el país más solidario de la región. Dudo que la ayuda ofrecida por Venezuela haya sido únicamente de carácter expansionista. La cooperación que tuvo con Haití por ejemplo, respondía más a un criterio de ayudar a quien más lo necesita, que ayudar donde más le convenía por cuestiones geoestratégicas. En este país, el 80 por ciento de sus habitantes vive con menos de dos dólares al día y gracias a la cooperación y solidaridad de Chávez, pudieron enviar a 300.000 personas a un proceso de alfabetización e inscribir 1.200.000 niños gratuitamente en escuelas.Rechacemos a Chávez pero aprendamos de Chávez
Vie, 08/03/2013 - 09:01
Es muy difícil hablar de Hugo Chávez sin apasionamientos. Muchos lo recordarán como un héroe sin precedentes en la historia de Latinoamérica y otros co