Votar no vale huevo

Por estos días rota un video en las redes sociales titulado ‘Votar no vale huevo’, que muestra, de una forma muy  clara y sencilla, el poder que tiene cada ciudadano al momento de ejercer su derecho al voto. La propaganda lo ejemplifica por medio de una caja de huevos en la que nueve de esos huevos no pueden votar, 13 se abstienen, ocho votan; de estos, cuatro por un candidato, tres por otro y uno en blanco, lo que quiere decir que solo cuatro decidieron por toda la caja. Esto deja muy clara la realidad de la participación política en Colombia y de cómo, al final de cada elección, un pequeño grupo termina eligiendo los mandatarios que nos gobernarán a todos. Alguna vez hemos escuchado a alguien cercano decir que votar no sirve para nada, que un voto no hace la diferencia, que para qué votar si todos los políticos son iguales, que el país no tiene arreglo. En parte es comprensible que las promesas incumplidas, la corrupción, la pobreza y la falta de oportunidades, hayan desmotivado la participación, no obstante, la indiferencia no es la solución para lograr cambiar la realidad, es por eso que el voto a conciencia se convierte en una herramienta transformadora de nuestra sociedad. Pero votar va más allá del acto de marcar una tarjeta e introducirla en una urna. Este derecho debe ejercerse a conciencia e implica que el ciudadano conozca la idoneidad de los candidatos y sus propuestas, incluso, este derecho incluye el control ciudadano al programa de gobierno de los mandatarios elegidos, ya que su incumplimiento generaría la revocatoria del mandato. Es por esto que cada vez que la delincuencia lo afecte, cada día que se demore más en llegar a su trabajo por los trancones, cuando su servicio de salud no le dé la respuesta que merece, recuerde que usted tiene el poder para cambiar esa situación, que con su voto puede exigir la solución de los problemas que lo afectan. Cambiemos las cosas para que en estas elecciones no repitamos la historia de esos mandatarios involucrados con delincuentes, de esos que se robaron la ciudad, de aquellos que conducen borrachos, de los que no realizan las obras. Bien sabemos que en el abanico electoral hay candidatos de todos los colores y sabores, no todos buenos, es cierto, pero también hay candidatos idóneos, personas preparadas, honestas, con excelentes propuestas, que están en constante diálogo con el pueblo y no encerrados en sus oficinas. Búsquelos, vote por ellos, comprométase y comprométalos con su apoyo, ya que si es un voto consciente, seguramente no lo defraudará. El proverbio popular dice que “cada pueblo merece sus gobernantes”. Hagamos que este dicho refleje lo que en realidad somos, ciudadanos participativos, comprometidos con nuestra comunidad. Esperemos que con los resultados del domingo, se inicie una  nueva era que traiga desarrollo y bienestar para los colombianos. Santiago Valencia G. Representante a la Cámara @sanvalgo