El poeta que escribía sus versos en papel higiénico

Vie, 27/09/2013 - 17:11
La primera conferencia que Gonzalo Arango dictó en Bogotá la escribió en un rollo de papel higiénico. Aquella tarde de los años setenta despotricó contra el trabajo, la moral de la burguesía bo
La primera conferencia que Gonzalo Arango dictó en Bogotá la escribió en un rollo de papel higiénico. Aquella tarde de los años setenta despotricó contra el trabajo, la moral de la burguesía bogotana y de la pobre literatura colombiana. Dos días después de aquella tarde en el café ‘El Automático’, Lader Giraldo publicó en El Espectador un reportaje sobre Arango que lo puso de moda definitivamente. Sus declaraciones públicas están llenas de afrentas dirigidas, “de sofismas despertadores, de anatemas de humor negro, suena nuevo en la gran solemnidad nacional, un descanso en la secular opereta”, recuerda Eduardo Escobar. . Desde ese día Gonzalo Arango supo a qué dedicar su vida: a escandalizar, como él decía: “A derrocar ídolos”. Escobar comenta la facilidad de esta labor, “blandir el triste escudo de la “anti-literatura”, y argüir que se escribía mal a propósito para oponerse a la cultura burguesa. Revista Nadaísmo, Kienyke Esta fue la estrategia que escogió Gonzalo Arango, y que llamó –porque sin nombre no se podía hablar mal de él- Nadaísmo. Entonces se exilió al monte a buscarse a sí mismo, y cuando se halló, se proclamó Poeta, e inmediatamente se dedicó a escribir manifiestos, quemar libros, reclutar tontos, viajar a la capital, criticar a unos políticos, adular a otros, quejarse por ahí, hacerse el preso, volver al monte donde recordó haberse olvidado a sí mismo, recogerse, volver a la capital, quemar más libros, escribir otros manifiestos, reclutar a otros tontos, adular a otros políticos, y en suma, a todo menos a escribir poemas. A ese doloroso periplo que sólo muestra que en ese monte no halló nada, y que apenas si sabía distinguir la burguesía de la hamburguesa, le debemos ocho números de la revista Nadaísmo 70, de cuyo nombre las dos primeras sílabas son un perfecto resumen del contenido, unos cuentos compilados bajo el originalísimo título de Sexo y saxofón, un manojo de “poemas” compilados junto a los “poemas” de otros “poetas” en una colección de “poesía” nadaísta, y el hecho de que hoy sea tan difícil conseguir los libros de algunos de los mejores escritores colombianos. Pero dejemos que Gonzalo Arango (que en esa época le hacía la guerra también a las dictatoriales mayúsculas) se describa a sí mismo, por no pecar de falta de objetividad: "Su primera aventura amorosa fue a los seis años, con una hermana de la caridad, sor Mónica (¡!). Fue retirado del kinder religioso por dos razones: por su precocidad amorosa . El resto de la vida se la ha pasado olvidando lo que aprendió (¿Qué aprendió? ¿No había agotado todos los recursos humanos?). Agitador. Expresidiario de cuatro cárceles (¿Por lo de sor Mónica?), actualmente en uso de libertad condicional. Vagabundo, parásito, poeta o eterno de algún modo (Poeta con poeta, eterno con eterno y del mismo modo en sentido contrario). Burócrata ocasional y destituido. (¿Por no saber leer?). Corruptor de la juventud. Enamorado, casado, fracasado, y reincidente. Aventurero (¿El mundo le importa poco?), sin oficio conocido (¿No era burócrata y filósofo laureado?). Vive del milagro (¿No había agotado también los recursos divinos?) y de las mujeres (¿Sor Mónica?). Duerme en un monasterio. Es además escritor (Por poco se le olvida)". Lea también El poeta que hacía orgías en la Casa de Dios  
Más KienyKe
La legendaria banda puertorriqueña de reggae, Cultura Profética, está a puertas de su esperado regreso a Colombia.
Los expertos en moda comparten los mejores consejos para lucir increíble en la noche más esperada del 2024.
En un contundente mensaje publicado en redes, Daniel Mendoza se refiere a por qué rechazó la embajada de Tailandia.
A raíz de la polémica de Daniel Mendoza por la embajada de Tailandia, Francia Márquez le envió mensaje a Gustavo Petro.
Kien Opina