“Indiferencia contra el menor que saca el 38 y la sien ya te voló”, así dice uno de los apartes de la canción de Kevin Jaraba Gutiérrez, de 19 años, cantante rapero que fue asesinado el pasado miércoles al regresar del colegio donde validaba el bachillerato en Barranquilla.
Su madre, Lubys Gutiérrez, de 52 años, no comprende por qué su hijo se encontraba en el barrio San Isidro, lugar donde fue acribillado con cinco tiros por la espalda. “El no tenía porque estar ahí. Nosotros creemos que algún conocido o amigo lo puso ahí para que lo mataran”, sostiene la madre, quien es abogada.
Lubys Gutiérrez a la salida de Medicina Legal.
Daniel Galezzo, hermano medio del joven asesinado afirmó que “le dispararon desde un carro cuando estaba acompañado por tres amigos que hoy no dan la cara. A mí me avisó un vecino y fuimos donde lo habían baleado pero ya se lo habían llevado para el Cari. En la puerta ayudé a montarlo en la camilla pero él ya estaba inconsciente. A los 15 minutos nos dijeron que había muerto”, sostuvo.
Premonición
Kevin, días antes de morir, publicó lo que sería una premonición en su cuenta de Facebook: “Muerto me quieren, pero Dios bendecido me tiene”. ‘Perro Loco’ o ‘Mag dog’, como llamaban a Kevin, le contó a su mamá un mes y medio antes que había sido amenazado de muerte. Así lo contó ella a El Heraldo en medio de un inconsolable llanto en la entrada de Medicina Legal donde tramitaba le entrega del cuerpo.
Adicionalmente, como si el joven cantante tuviera el presentimiento de su muerte, el pasado 17 de enero publicó en la red social unos versos donde hablaba sobre su posible asesinato y además dejó instrucciones sobre cómo y dónde quería que fuera su funeral.
‘Perro Loco’ pidió que lo sepultaran en un cementerio cerca a su casa. “El escribió en su Facebook que quería que lo enterraran en el cementerio Calancala”, dijo la mamá del joven asesinado.
“Se habla de un homicidio y que no hubo testigos, si un día a mí me toca no me lloren mis amigos/ recen por la amistad que un día tuvimos y brinden con Old Parr y botellas de vino/ Quiero que mi recuerdo en sus mentes quede vivo/ como el de la old school que convivió en su caserío / No lloren en mi tumba préndanme un ‘porrito’ y miren hacia el cielo y digan tú sigues vivo/ todas esas locuras que entre convives vivimos, los verdaderos panas que estuvieron ahí contigo en buenas y malas sin miedo a las balas / No me sepulten lejos/ cerquita de mi casa en ese cementerio que es llamado Calancala”.
El coronel Edgar Muñoz, subcomandante de la policía de Barranquilla, en diálogo con KienyKe.com aseveró que Jaraba fue abordado por dos sujetos que se movilizaban a pie y luego de dispararle huyeron en un taxi. Sin embargo, Muñoz dijo desconocer las amenazas contra el joven rapero. “Hasta el momento no conocemos denuncia de amenazas previa al homicidio”. Además dijo que, gracias a testimonios de los familiares, se tienen identificados dos sospechosos.
Hipótesis
¿Todo por un celular? Según Lubys Gutiérrez hace unas semanas a su hijo lo habían atracado y hurtado un celular Blackberry. Aseguró que por ese motivo ‘corretearon’ a su hijo, quien logró identificar a uno de los agresores. “Algunos amigos me dicen que la banda que mató a mi hijo se llama Los Kuervos”, dijo.
Además Luby cuenta que, gracias a un don que le permite hablar con “personas del más allá”, su hijo le ha dicho “mami, no llore”. “Lo he sentido, siento el frío de él y me dice que no llore. Eso me ha dado fortaleza”, sostiene.
Cuenta que desde hace una semana sentía escalofríos y un dolor en el pecho que le avisaba que una tragedia estaba por suceder. Aunque nunca se imagino que se tratara de un asesinato. “Sabía que algo iba a pasar pero no que fueran a matar a Kevin”, dice en medio del llanto.
“Él era hincha y normal de esos que van al estadio y conocía a unos pelaos del Frente Rojiblanco pero no era barrista. Sé que con algunos de sus amigos de la Ciudadela habían tenido problemas con gente de los Kuervos y ahí se ganó algunos enemigos”, contó Esteven Navarro, amigo de Jaraba.
Lubys Gutiérrez a la salida de Medicina Legal.
Daniel Galezzo, hermano medio del joven asesinado afirmó que “le dispararon desde un carro cuando estaba acompañado por tres amigos que hoy no dan la cara. A mí me avisó un vecino y fuimos donde lo habían baleado pero ya se lo habían llevado para el Cari. En la puerta ayudé a montarlo en la camilla pero él ya estaba inconsciente. A los 15 minutos nos dijeron que había muerto”, sostuvo.
Premonición
Kevin, días antes de morir, publicó lo que sería una premonición en su cuenta de Facebook: “Muerto me quieren, pero Dios bendecido me tiene”. ‘Perro Loco’ o ‘Mag dog’, como llamaban a Kevin, le contó a su mamá un mes y medio antes que había sido amenazado de muerte. Así lo contó ella a El Heraldo en medio de un inconsolable llanto en la entrada de Medicina Legal donde tramitaba le entrega del cuerpo.
Adicionalmente, como si el joven cantante tuviera el presentimiento de su muerte, el pasado 17 de enero publicó en la red social unos versos donde hablaba sobre su posible asesinato y además dejó instrucciones sobre cómo y dónde quería que fuera su funeral.
‘Perro Loco’ pidió que lo sepultaran en un cementerio cerca a su casa. “El escribió en su Facebook que quería que lo enterraran en el cementerio Calancala”, dijo la mamá del joven asesinado.
“Se habla de un homicidio y que no hubo testigos, si un día a mí me toca no me lloren mis amigos/ recen por la amistad que un día tuvimos y brinden con Old Parr y botellas de vino/ Quiero que mi recuerdo en sus mentes quede vivo/ como el de la old school que convivió en su caserío / No lloren en mi tumba préndanme un ‘porrito’ y miren hacia el cielo y digan tú sigues vivo/ todas esas locuras que entre convives vivimos, los verdaderos panas que estuvieron ahí contigo en buenas y malas sin miedo a las balas / No me sepulten lejos/ cerquita de mi casa en ese cementerio que es llamado Calancala”.
El coronel Edgar Muñoz, subcomandante de la policía de Barranquilla, en diálogo con KienyKe.com aseveró que Jaraba fue abordado por dos sujetos que se movilizaban a pie y luego de dispararle huyeron en un taxi. Sin embargo, Muñoz dijo desconocer las amenazas contra el joven rapero. “Hasta el momento no conocemos denuncia de amenazas previa al homicidio”. Además dijo que, gracias a testimonios de los familiares, se tienen identificados dos sospechosos.
Hipótesis
¿Todo por un celular? Según Lubys Gutiérrez hace unas semanas a su hijo lo habían atracado y hurtado un celular Blackberry. Aseguró que por ese motivo ‘corretearon’ a su hijo, quien logró identificar a uno de los agresores. “Algunos amigos me dicen que la banda que mató a mi hijo se llama Los Kuervos”, dijo.
Además Luby cuenta que, gracias a un don que le permite hablar con “personas del más allá”, su hijo le ha dicho “mami, no llore”. “Lo he sentido, siento el frío de él y me dice que no llore. Eso me ha dado fortaleza”, sostiene.
Cuenta que desde hace una semana sentía escalofríos y un dolor en el pecho que le avisaba que una tragedia estaba por suceder. Aunque nunca se imagino que se tratara de un asesinato. “Sabía que algo iba a pasar pero no que fueran a matar a Kevin”, dice en medio del llanto.
“Él era hincha y normal de esos que van al estadio y conocía a unos pelaos del Frente Rojiblanco pero no era barrista. Sé que con algunos de sus amigos de la Ciudadela habían tenido problemas con gente de los Kuervos y ahí se ganó algunos enemigos”, contó Esteven Navarro, amigo de Jaraba.
