Croacia es uno de esos equipos incómodos. Su camiseta, ambientada por cuadritos, es la representación más exacta de lo que es el equipo balcánico en el campo de juego: un problema a resolver. Desde su separación con Yugoslavia, se ha vuelto un abonado en los mundiales, participando en todos desde Francia 1998, salvo en Sudáfrica. Con esas credenciales, Croacia se presentará el día de apertura del mundial queriendo aguarle la fiesta al anfitrión.
Así llegó al mundial
Las grandes campañas de los últimos años le dieron a Croacia el privilegio de ser cabeza de serie en la eliminatoria. Sin embargo, la fortuna indicó que dentro del grupo A tuviera como rival a Bélgica. La primera mitad de la zona fue pareja pero al final los balcánicos cedieron terreno que jamás pudieron recuperar. Por eso, tuvo el castigo del repechaje aunque enfrentar a Islandia en él seguro que fue un alivio. Croacia venció sus miedos y derrotó a los escandinavos gracias a Mandzukic y Srna.
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El gol de Mandzukic que encaminó el repechaje ante Islandia
El plantel
La globalización que encontró Croacia una vez se desligó de lo que era Yugoslavia permitió que muchos futbolistas fueran a jugar al occidente europeo, lugar de las mejores ligas. A partir de allí, el ascenso se hizo notar y nombres como los de Luka Modric (Real Madrid) y Mario Mandzukic (Bayern Munich), lo refrendan.
Con esos jugadores en la cresta de la ola, es clave el aporte que dan los veteranos de la plantilla como el arquero Stive Pletikosa (Rostov), el delantero Ivica Olic (Wolfsburg) y el capitán Darijo Srna (Shakhtar Donetsk). A ellos se le suma una cantidad de jugadores interesantes que actúan en las mejores ligas del mundo: Vedran Corluka (Lokomotiv), Dejan Lovren (Southampton), Iván Strinic (Dnipro), Iván Perisic (Wolfsburg), Mateo Kovacic (Inter Milán) e Iván Rakitic (Sevilla).
El entrenador
Uno de los precursores del éxodo de jugadores croatas a las grandes ligas europeas fue Niko Kovac. Como defensor y mediocampista brilló por su disciplina en Bayern Munich a inicio de siglo y esa misma templanza la quiere trasladar a la selección. Llegó como salvavidas para rescatar a la selección que se encontraba en el fondo del mar bajo la dirección de Igor Stimac tras no poder clasificar de manera directa.
El ídolo Niko Kovac regresó para darle gloria a su país
Sin embargo, Kovac levantó el ánimo del equipo y le dio una intención más ofensiva que le bastó para meterse en el mundial. Enseguida, el carisma del nuevo entrenador contagió a toda la nación que cree posible una hazaña como la conseguida por el seleccionado balcánico en 1998 cuando alcanzó el tercer lugar de la mano de Davor Suker.
La figura
Apodado el ‘Cruyff de los Balcanes’, Luka Modric es sinónimo de estética en el futbol croata. A su fineza le agregó temperamento luego de reponerse de un mal inicio en Real Madrid, pero en base a grandes actuaciones revirtió los pitos del Bernabéu en aplausos para hacerse un lugar en el equipo titular.
El 'Cruyff de los Balcanes' espera amargar a Brasil en la apertura
Aunque sintió el bajón general de todo el equipo en las últimas fechas de la eliminatoria, Modric se ha vuelto un líder general dentro y fuera de las canchas sabiendo que las pretensiones de Croacia en el mundial pasaran sin duda por el talento de sus pies. Lo mejor que sabe hacer es poner pases filtrados, pero también se le da por rematar de larga distancia haciéndolo de gran manera.
El ausente
Por un gesto nazi, Simunic se pierde la Copa del Mundo
Luego de alcanzar la clasificación ante Islandia, el desahogo de la selección de Croacia no se hizo esperar. En la celebración, el defensor Josip Simunic mantuvo conexión con la tribuna mediante saludos nazi, lo que la FIFA castigó severamente con diez partidos dejándolo sin mundial. “Za Dom (por el hogar)” gritó, “Spremni (estamos listos)”, contestó la afición, frases usadas en la Segunda Guerra Mundial y que todavía en aquel país son usadas para discriminar a la población judía. A los 35 años de carrera, Simunic resignó la posibilidad de alcanzar su tercer mundial.
Modelo de juego
Croacia se volvió un equipo más audaz con la llegada de Niko Kovac al banquillo. De esta manera, cambió el 4-4-2 por un 4-3-3 más ofensivo. Sin embargo, ante la característica de los jugadores balcánicos, el equipo se puede replegar para tener mejor fortaleza atrás. La suspensión de Mandzukic en el partido inaugural ante Brasil es el mayor dolor de cabeza para el entrenador que pese a eso sabe que el ariete de Bayern Munich es esencial en su táctica para partidos venideros.
Formación de Croacia (4-3-3)
Así juega Croacia, primer problema de Brasil
Sáb, 11/01/2014 - 04:00
Croacia es uno de esos equipos incómodos. Su camiseta, ambientada por cuadritos, es la representación más exacta de lo que es el equipo balcánico en el campo de juego: un problema a resolver. Desd