La abuela de Catherine Ibarguen, Avola Rivas, fue la encargada de criarla luego de la separación de sus padres. La mamá de Catherine trabajaba como cocinera en una mina de oro en Antioquia, mientras que su padre se mudó a Venezuela tras la ruptura. Su carrera deportiva comenzó en el voleibol cuando tenía doce años mientras estudiaba en su ciudad natal Apartadó. Wilder Zapata, su profesor de educación física, fue quien le descubrió el talento que tenía para el atletismo. Gracias a sus capacidades, fue invitada a mudarse a Medellín donde comenzó su carrera.
En la Villa deportiva de Medellín, un cubano, Jorge Luis Alfaro, fue quién la asesoró y comenzó a pulir. El salto alto fue la primera prueba del atletismo en la que participó y también en la que logró su primera presea en el Campeonato Suramericano Juvenil del 2000. Un año más tarde logró su primera victoria internacional en los Juegos Bolivarianos de Ambato Ecuador. En septiembre del mismo año acudió al Suramericano Juvenil donde logró medallas en las pruebas de Salto Alto, Salto Largo y triple Salto.
2002 fue el año en el que Ibarguen se consolidó en el Triple Salto logrando un nuevo record nacional juvenil de 13.38. Sin embargo, en su primer mundial juvenil en Kingston, Jamaica, no logró clasificarse a la final de la prueba. Pese a la desilusión, retomó el Salto Alto en el que logró un record Juvenil Suramericano con 1.86m. En 2004 se clasificó a los Juegos Olímpicos de Atenas con apenas 20 años, pero no pasó las clasificaciones.
En los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, de nuevo falló en las clasificaciones del salto alto. Fue allí cuando ella decidió dar un giro a su carrera, se mudó a Puerto Rico a final del año, para enfocarse únicamente en el triple salto bajo, las órdenes de su actual técnico Ubaldo Duany. “Sabía que era difícil mejorar los saltos de Catherine, debido a que ella desarrolló más masa muscular en sus extremidades bajas. Fue entonces cuando entendí que le iría mejor en salto largo y triple”, dijo Duany en entrevista a la Federación Internacional De Atletismo.
“Pese a que ya había practicado el triple salto, había muchas cosas que mejorar de mi técnica, tuve que empezar de ceros, siempre me preguntaba ¿cuándo voy a dominar este evento? Era muy difícil para mí, pero siempre me mantuve optimista gracias al apoyo de mi gran entrenador”, agregó Catherine en la misma entrevista.
En 2010 logró la medalla de plata en el Campeonato Iberoamericano con un record nacional incluido. Un mes y medio más tarde se colgó otra plata en los Juegos Centro Americanos. El Campeonato Mundial de 2011 en Daegu, Korea, fue la plataforma para la colombiana. Con un salto de 14.84 se alzó con el bronce y se convirtió en la segunda colombiana en lograr un podio en un mundial de la disciplina. Días antes lo había hecho el marchista Luis Fernando López. “Tenía grandes expectativas y las cosas fueron como esperaba. Agradezco a Dios y me gustaría dedicar esta medalla a Colombia. Este es el primer gran triunfo de mi carrera, nunca es tarde y espero resultados similares en los campeonatos que se avecinan.”
En 2012 logró la medalla de plata en las justas orbitales de Londres ratificando su excelente momento. Ahora todos celebramos la medalla de oro que alcanzó, mejorando su participación de hace 2 años en Korea.
La atleta que cambió de rumbo para bañarse en oro
Lun, 12/08/2013 - 09:41
La abuela de Catherine Ibarguen, Avola Rivas, fue la encargada de criarla luego de la separación de sus padres. La mamá de Catherine trabajaba como cocinera en una mina de oro en Antioquia, mientras