
El cónclave, el proceso en el que decenas de cardenales se reúnen en el Vaticano para elegir al sucesor del papa Francisco, ha dado inicio este miércoles 7 de mayo. Sin embargo, la noticia de quién será el nuevo líder de los católicos debe esperar, ya que la primera fumata mostró humo negro.
Este color en el humo que emana la chimenea del Vaticano significa que los cardenales que se encuentran aislados para lograr consenso y elegir al nuevo pontífice, no han logrado ponerse de acuerdo, por lo que el cónclave deberá seguir.
¿Qué está pasando ahora en el Vaticano?
Tras el fallecimiento de un Papa, los cardenales menores de 80 años se reúnen en la Capilla Sixtina bajo estricto aislamiento del mundo exterior. Su objetivo: elegir al nuevo líder de los 1.300 millones de católicos en el mundo. La fumata negra que vimos hoy es parte de ese rito cargado de historia y simbolismo.
Durante el cónclave, se realizan hasta cuatro votaciones por día: dos en la mañana y dos en la tarde. Después de cada ronda, las papeletas se queman con productos químicos que tiñen el humo de negro si no hay elección o de blanco si ya hay un nuevo Papa. Por eso, el humo es la señal oficial que informa al mundo cómo va el proceso.
El significado del humo negro
Más allá de su mensaje literal —"no hay Papa aún"—, el humo negro simboliza también el misterio, la deliberación y la responsabilidad de los cardenales al decidir el rumbo espiritual de la Iglesia. Su aparición genera expectativa, análisis y, en muchos fieles, una mezcla de ansiedad y esperanza.
Por ahora, el mundo seguirá mirando hacia la chimenea del Vaticano, esperando el momento en que una nube blanca anuncie: Habemus Papam