El Tribunal Supremo de España confirmó la condena al cuñado del rey, Iñaki Urdangarin, por corrupción. Pagaría cinco años y diez meses de cárcel, ya que la pena tuvo una rebaja de cinco meses porque no ha quedado comprobada la intervención en la falsedad en documento público en el caso Nóos.
El caso de corrupción política que involucra a Urdangarin comenzó en el 2010, cuando presuntamente el Instituto Nóos, una entidad sin ánimo de lucro, logró millonarios contratos con dos gobiernos y además desvió parte del dinero público a empresas privadas, propiedades del cuñado del rey y de su esposa, la Infanta Cristina.
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Los delitos por los que fue condenado Urdangarin son tráfico de influencias, fraude a la administración, dos delitos fiscales y prevaricación continuada y malversación. Por los hechos también fue condenado el empresario Diego Torres, quien deberá pagar cinco años y ocho meses.
La Audiencia de Palma ha citado a Urdangarin este miércoles para hacer la respectiva entrega de la orden de prisión. Dará un plazo para su entrada a la cárcel 15 días, como generalmente se hace.
Como la condena no implica una entrada inmediata a prisión, la defensa puede pedir el indulto o recurrir al amparo Constitucional y solicitar que la Audiencia de Palma deje en suspenso el ingreso en prisión hasta que el alto tribunal decida si se admite el trámite.
Esta situación podría dejar en incertidumbre la sentencia hasta que se decida si se han vulnerado o no sus derechos, pero cabe resaltar que esa decisión, según la jurisprudencia, se toma con penas menores a cinco años. El recurso, haría que el proceso tarde de dos a tres meses.
Los jueces le permitieron a Urdangarin seguir viviendo con su esposa y sus cuatro hijos en Ginebra, donde están radicados desde el 2013 cuando el rey Felipe los alejó de todas las responsabilidades oficiales de la Casa Real, y además los saqueo del título de duques de Palma de Mallorca.
