Las mascotas de los ‘villanos’ de la historia

Jue, 07/11/2013 - 05:05
Hitler, Calígula, Bush hijo y hasta Gadafi tenían una debilidad en común: los animales. Personajes polémicos de la historia no han ocultado su amor por las mascotas, así sean perros, caballos y h
Hitler, Calígula, Bush hijo y hasta Gadafi tenían una debilidad en común: los animales. Personajes polémicos de la historia no han ocultado su amor por las mascotas, así sean perros, caballos y hasta fieras salvajes. Estos son algunos de los ‘villanos’ que compartieron la afición por la compañía animal. Hitler y Blondie, Kienyke Blondi, la obediente amiga de Hitler Blondi estuvo más cerca de Adolf Hitler que consejeros y amigos, entre 1941 y 1945, justo durante los momentos cumbres de la Segunda Guerra Mundial. Colaboradores del entonces canciller alemán dijeron que para él Blondi era una mascota inteligente y refinada. Las labores de alimentación y adiestramiento de esta pastor alemán estaban a cargo de funcionarios de confianza. El testimonio Traudl Junge, una de las secretarias privadas del Führer, demuestra lo apegado y cuidadoso que era el tirano con su mascota. “Era un hombre escrupuloso. Se lavaba las manos cada vez que iba a acariciar a su perra Blondie. Blondie podía ser tema de conversación durante noches enteras”, detalló en unas revelaciones dadas a conocer hace una década. La lealtad de su amiga de cuatro patas debía ser absoluta. Cuando estaba acorralado por los aliados en su bunker de Berlín la mascota dio a luz y Hitler nombró a uno de los cachorros “Wolf” y la envió a Gretl Braun, una de las hermanas de Eva Braun. En marzo, cuando avizoraba su propio final, Hitler buscó deshacerse de posibles colaboradores que lo traicionarían y quiso utilizar unas pastillas venenosas que le había dado Himmler, su comandante en jefe, pero para probar su efectividad se las dio a Blondie. “Funcionó muy bien: la pobre murió envenenada. El olor al ácido cianhídrico se extendió como una manta por el bunker. Era espantoso”, confesó su secretaria Junge. Gaddafi, Kienyke El zoológico de Gadafi El exdictador de Libia Muamar Gadafi tenía una granja contigua a su lujoso palacio personal donde guardaba unas 500 avestruces, camellos de varias razas de la África Subsahariana, vacas híbridas y una gran cantidad de cabras y ovejas. Pero sin duda el mayor aprecio de Gadafi y algunos de sus hijos era un tigre siberiano llamado Osama. Se decía que el exdictador impresionaba a sus visitantes y esclavas sexuales dando alimento a Osama y acariciando un par de hipopótamos que escondía en la misma reserva. Durante la rebelión, el corral de mascotas de Gadafi fue abandonado y muchos de los animales murieron por inasistencia o estrés por los bombardeos. Osama pereció por esa causa. Muchos de los animales salvajes fueron donados por otros dictadores africanos, confesaron responsables del zoológico luego de la muerte del líder libio. Uday Hussein, Kienyke Los ‘cachorros’ del hijo de Hussein Uday Hussein, el hijo mayor del desaparecido dictador iraquí Saddam Hussein, fue objeto de condenas por su opulenta vida mientras el país caía en la pobreza. Era un amante de autos lujosos, licores importados, prostitutas y de los leones. En su mansión en Bagdad, cuando fue tomada por tropas estadounidenses, se encontró un corral con leones y leopardos. Algunos de sus exservidores dijeron que sus amigos ‘cachorros’ eran, al parecer, alimentados con presos políticos y enemigos. Los rumores también circulaban entre los pobladores que veían en la televisión pública algunas apariciones del hijo de su líder en medio de pequeños pero feroces felinos. Los animales fueron trasladados al zoológico de Bagdad luego de la caída del régimen. George Bush y Barney, Kienyke George W. Bush y “la primera mascota de EE.UU.” George W. Bush, el hombre de hierro de Estados Unidos que declaró la guerra contra el terrorismo y propició dos invasiones internacionales que fueron condenadas por el mundo, tenía un tierno amigo  que se convirtió en sensación mediática por sus “aventuras” por los rincones de la Casa Blanca. Barney, un terrier escocés negro, fue oficialmente “la primera mascota de Estados Unidos” entre 2001 y 2008, mientras gobernó su amo. Muchos bromeaban con una característica que asimilaba a Bush con su perro: el mal genio. La mascota se volvió popular por las constantes apariciones en videos de la llamada ‘BerneyCam’, con la que se le registraba en compañía de la familia Bush e incluso recorriendo el Despacho Oval. Barney murió a inicios de este año a los 12 años por culpa de un cáncer linfático. El mismo George Bush emitió un comunicado en el que recordaba sus pasatiempos con juegos al aire libre y las persecuciones de pelotas de golf. Ramzan Kadyrov, Kienyke Los gatitos del presidente de Chechenia A Ramzan Kadyrov organizaciones internacionales lo responsabilizan de estar detrás de numerosas torturas, asesinatos y secuestros. Su fuerza armada, denominada 'Kadyrovzy', está en el ojo de las Naciones Unidas por presuntas desapariciones sistemáticas y persecuciones a opositores políticos. Lo cierto es que es el protegido de Rusia para apaciguar a la insurgencia separatista y mantener al país bajo el imperio del Kremlin. También es cierto que Kadyrov es una celebridad dentro de su país y que sabe cautivar seguidores con una adoración que no lo hace ver como el autoritario que muchos dicen: adora a los gatos. Tiene varios gatitos y otras mascotas no tan convencionales: un tigre, un lobo y hasta tuvo un oso. Pero hay un felino especial del que comparte permanentemente fotos en Instagram: una gata blanca llamada Zazulya. Luis XVI, Caniches, Kienyke Los caniches de juguete de Luis XVI Los caniches de juguete combinaban con el despotismo de Luis XVI, el rey de Francia que fue decapitado durante la Revolución Francesa. Esa afición a las mascotas del monarca era recordada por toda la corte real, cuyos miembros a menudo describían que estos perros miniatura acompañaban las jornadas de aventura campestre de la aristocracia. Servían a su amo en la recuperación de presas como patos y cisnes que caían al agua después de ser cazadas. Caligula e Incitatus, Kienyke Calígula nombró a su caballo cónsul romano El emperador romano Calígula, descrito como un “demente, caprichoso, derrochador y violento”, tenía como delirio extremo la adoración incomprensible a un animal especial. Era su caballo de carreras, que llamó Incitatus, originario de la península ibérica. En su honor mandó a construir una caballeriza en mármol y marfil y destinó a más de una docena de esclavos para su cuidado. Para las competencias Calígula ordenaba que la noche anterior se trasladara su aposento al  establo y decretaba silencio general inviolable bajo pena de muerte. Fue tal su apego a Incitatus que lo nombró cónsul en la región del norte de Turquía bajo el dominio del imperio llamada Bitinia. Napoleon Bonaparte, Kienyke El cachorro que venció a Napoleón Fortune fue un pug que tuvo Josefina de Beauharnais, la primera esposa de Napoleón Bonaparte, pero que no parecía agradar mucho al emperador. Cuentan algunas historias que la noche de bodas de Josefina y Napoleón la esposa quiso que su pug durmiera con ellos. Ante la negativa del general, y al tratar de sacarlo de la habitación, el cachorro le dio un mordisco que impidió que fuera desalojado de la celebración matrimonial. El caso fue que Josefina advirtió a Napoleón que si Fortune no se quedaba con ella, pues arruinaría la luna de miel. Fue suficiente esta advertencia para que tuvieran acompañante esa noche. Kim Jong Il, Kienyke Kim Jong-un y sus finos animales Entre los enigmáticos secretos que esconde la dictadura de Corea del Norte, algunas informaciones que ha filtrado la inteligencia surcoreana revelan que la familia Kim emplea hasta 200 mil dólares anuales en el cuidado de caballos importados de Rusia y los perros más finos llevados de Alemania, Francia y Suiza. El actual líder, Kim Jong-un es amante de la equitación y heredó los mejores caballos de su padre. La prensa de Japón, según The Telegraph, informó que los perros caniches eran de los favoritos del difunto líder Kim Jong-il, quien exigía a un grupo de cocineros alimentarlos con selectos platos, mientras que el resto de su pueblo pasaba hambre. Otros reportes dicen que contrataban veterinarios de Francia para hacer chequeos médicos a las mascotas. Benito Mussolini, Kienyke Benito Mussolini y el ‘feroz’ regalo Aunque no existen muchos datos al respecto, hay algunas imágenes de Benito Mussolini, exdictador y militar italiano, con una peculiar mascota: un cachorro de león llamado ‘Ras’, que habría sido regalado por otro político en Roma. Al parecer conservó su obsequio algún tiempo hasta que el animal creció al punto de ya no ser conveniente juguetear con él.
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