
En medio del creciente debate sobre la soberanía de la isla Santa Rosa, Álvaro Uribe Vélez se pronunció a través de sus redes sociales para defender la importancia de mantener una relación estratégica con Perú, a pesar de las tensiones diplomáticas actuales entre ambos países.
El expresidente destacó la histórica cooperación entre Bogotá y Lima, especialmente en la lucha contra el terrorismo en la región amazónica. “A diferencia de (Nicolás) Maduro, el Perú ayuda a combatir el terrorismo. Durante el gobierno que presidí, la ayuda del Perú fue fundamental para desarticular el Frente Amazónico de las FARC”, afirmó. Además, resaltó que esta colaboración permitió impulsar el turismo ecológico en la región gracias a la mayor seguridad en zonas clave del Amazonas.
Álvaro Uribe también se refirió al reciente ataque contra la base de Araracuara, como un ejemplo de que la amenaza del terrorismo aún persiste en la selva, lo que refuerza —según él— la necesidad de una alianza sólida entre Colombia y Perú. “El Perú es nuestro hermano y socio para hacer el dragado y avanzar en la protección del cauce y de la selva”, insistió, señalando que expertos consideran el dragado del río Amazonas como clave para evitar la formación de nuevas islas y mitigar disputas territoriales futuras.
El también exsenador instó al gobierno colombiano a reafirmar los compromisos de cooperación con Lima en materia ambiental y fronteriza. Para él, cualquier deterioro en las relaciones bilaterales afectaría no solo la lucha contra grupos ilegales, sino también los esfuerzos de conservación del ecosistema amazónico.
Enfrentamientos entre presidentes
El llamado de Uribe llega en medio de un cruce de declaraciones entre los presidentes de ambos países. Desde Japón, la presidenta de Perú, Dina Boluarte, minimizó el conflicto, afirmando que “la soberanía de su país no está en discusión” y que no hay temas pendientes en torno a la isla Santa Rosa. Según Boluarte, no existe disputa fronteriza con Colombia y, por lo tanto, no hay razón para generar alarma.
Sin embargo, el presidente Gustavo Petro, en un discurso desde Leticia el pasado 7 de agosto, adoptó una posición más crítica. Aseguró que la decisión de Perú de declarar, mediante una ley aprobada en junio, que la isla Santa Rosa forma parte de su territorio fue una “provocación” y se hizo “sin concertación con Colombia”. Petro advirtió que el litigio podría prolongarse durante varios años, comparándolo con el caso del archipiélago de San Andrés, cuya disputa legal se extendió por décadas en tribunales internacionales.
Petro también recordó que el Tratado de Río de Janeiro de 1934 exige la resolución consensuada de cualquier cambio territorial derivado de modificaciones en el cauce del río Amazonas, lo cual, según él, no se cumplió en este caso.