
La Gobernación de Cundinamarca desplegó un operativo para atender a las familias de la vereda Caraza, en el municipio de Chipaque, luego del deslizamiento registrado en el kilómetro 18+600 de la vía al Llano, que dejó a decenas de hogares sin acceso a agua potable.
La intervención incluyó la entrega de 60 tanques de almacenamiento de agua, 60 kits alimentarios, 60 kits de aseo personal y 300 metros de tubería destinados a la reparación de la red domiciliaria de acueducto. Con estas medidas, se espera restablecer el servicio en un plazo máximo de ocho días, garantizando el suministro a la población afectada.
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Coordinación institucional
El gerente de Empresas Públicas de Cundinamarca, Jorge Machuca, aseguró que la prioridad es devolver el acceso al agua y a los recursos básicos en el menor tiempo posible. Destacó además la articulación con la Alcaldía de Chipaque y la Unidad de Gestión del Riesgo, lo que permitió una respuesta rápida a la emergencia.
Por su parte, el gobernador Jorge Rey subrayó que la entrega de ayuda humanitaria responde a las necesidades expresadas por los habitantes. “Hoy entregamos ayuda humanitaria, tanques de agua y adelantamos la conexión domiciliaria del acueducto, priorizando lo que la comunidad nos ha pedido”, afirmó.
La alcaldesa de Chipaque, Johana Moreno, agradeció el acompañamiento permanente de las instituciones, resaltando que el monitoreo constante de la montaña en la vereda Caraza es clave para prevenir nuevas emergencias.
Medidas de seguimiento y prevención
Las autoridades departamentales confirmaron que, además de la entrega de suministros, se mantiene un monitoreo técnico continuo en la zona. Este acompañamiento busca anticipar riesgos y asegurar la correcta instalación de la tubería y los tanques entregados. De igual forma, se realizan labores pedagógicas para orientar a la comunidad sobre el uso eficiente de los recursos.
Impacto del deslizamiento en la vía al Llano
El evento del 6 de septiembre de 2025 ocasionó el cierre total de la carretera Bogotá – Villavicencio, una de las más importantes del país al conectar la capital con los Llanos Orientales. Actualmente, el paso está habilitado de manera provisional en el kilómetro 18, lo que ha generado un aumento considerable en los tiempos de tránsito.
Según la Federación Colombiana de Transportadores de Carga (Colfecar), un recorrido que antes tomaba cuatro horas ahora puede tardar hasta catorce, afectando el transporte de carga y el abastecimiento de productos en varias regiones del país.
Reclamos por soluciones de fondo
Colfecar advirtió que los deslizamientos en la vía no pueden seguir tratándose como coyunturas aisladas. La entidad insiste en la necesidad de ejecutar medidas estructurales que garanticen la estabilidad de los taludes, así como la transparencia en la inversión de los recursos asignados a la vía.
La federación recordó que este corredor vial tiene tres peajes, por lo que considera inaceptable que no existan soluciones definitivas. Además, pidió al Ministerio de Transporte, a la ANI y al Invías un plan conjunto que permita garantizar la movilidad y la seguridad vial en esta carretera estratégica.
Mientras tanto, la Gobernación de Cundinamarca reiteró su compromiso con la población afectada de Chipaque, señalando que las labores de atención y prevención continuarán hasta restablecer por completo el servicio de acueducto y reducir los riesgos asociados a la inestabilidad de la montaña.