Los precios de la leche, uno de los principales productos para la alimentación que utilizan los colombianos, siguen al alza y se espera que la tendencia continúe. Para marzo, la variación anual del IPC de la leche fue del 26,41 %.
El incremento en el costo de los insumos agropecuarios, en el cual para el caso de abonos y plaguicidas la variación anual pasó de 10,60 % en diciembre 2021 a 28,42 % en marzo 2022. Por ello, un incremento en el costo de los insumos de esa magnitud es difícil de contener para evitar que no sea trasladado al consumidor, justamente en un momento en el que el ingreso disponible de los hogares, especialmente los de menores ganancias, se está viendo impactado.
Los altos precios de la carne de res podrían seguir incentivando la venta de inventario ganadero especializado en leche, por lo que la lechería especializada podría seguir afrontando dificultades que lleven a acentuar caídas en la producción.
Incluso, según Asoleche, se calcula que el faltante de leche está por encima de los 1,6 millones de litros al día, evidenciando que la producción y el acopio han caído cerca del 15 %. Ante esta situación, las familias colombianas han recurrido a compran menor cantidad y buscar ofertas para compensar los altos precios.
Según Fenalco Antioquia, los cambios son constantes y estos afectan al consumidor final. Productos como la leche en polvo, el queso, quesito, todo lo que sea derivados lácteos también subieron sus precios.
Sin embargo, esta realidad contrasta con lo que manifiestan los productores lecheros. Según Pastor Moreno, ganadero del municipio de Urrao, las cooperativas lecheras sólo dan a los campesinos $1.300 pesos por litro, mientras que en tiendas y supermercados el precio supera los $3.000 pesos.
Según Asoleche, la Industria ha realizado un gran esfuerzo para no trasladar los costos al consumidor final, sin embargo, esta medida busca la preservación y sostenibilidad del sector ganadero colombiano. Por eso, desde la Cámara de Alimentos de la ANDI y Asoleche se proponen medidas que armonicen la relación de la cadena afectando lo menos posible a los consumidores colombianos. En el territorio nacional, más de 730.000 personas dependen directa e indirectamente de la producción de leche.