La Procuraduría General de la Nación asumirá por poder preferente la investigación que adelanta la Policía Nacional por la muerte de nueve ciudadanos, durante un incendio en una Estación de Policía en Soacha.
El hecho ocurrió el pasado 4 de septiembre en la Estación de San Mateo, en el municipio de Soacha, Cundinamarca.
En las últimas horas, la Procuraduría ordenó una visita al expediente que inició el Departamento de Policía Cundinamarca, luego de que se presentara la conflagración, que inicialmente dejó una persona muerta y obligó la hospitalización de otras 11, de las cuales ocho habrían fallecido por causa de las lesiones.
El Ministerio Público buscará establecer las acciones desplegadas por los uniformados una vez iniciado el incendio, y si son ciertas las denuncias de que en el lugar permanecían 20 jóvenes, quienes protestaron porque se les habría negado la posibilidad de tener una visita familiar.
Entre la práctica de pruebas que la Procuraduría ordenará están las declaraciones del concejal Diego Cancino, así como del superior que estaba encargado de la Estación de Policía en Soacha y los uniformados que permanecían de servicio cuando ocurrió el incendio.
La denuncia de Diego Cancino
El concejal Diego Cancino denunció que en medio del incendio que se presentó el 4 de septiembre, en la Estación de Policía de San Mateo, cuando alrededor de 20 hombres le prendieron fuego a una cobija en protesta por la negativa de visitas, allí murió uno de los reclusos, once más resultaron lesionados y fueron falleciendo uno a uno durante la semana siguiente hasta llegar al número de nueve.
Cancino aseguró que habló con varias mujeres, madres, hermanas, compañeras de algunos de los nueve reclusos que fallecieron a causa de las quemaduras de 1 y 2 grado en el 90% de sus cuerpos y sus testimonios son desgarradores
“No hicieron nada, los dejaron morir como perros, sin ninguna empatía”, “Ojalá se quemen esas gonor*&%s”, “Dejen que se quemen esas ratas hijuepu*&s” les dijeron a las familias, incluidos niños pequeños, que veían la escena con angustia afuera de la estación”, dijo Cancino.
De acuerdo con el testimonio de una de las mujeres que perdió a su hijo, había más de 20 policías y ninguno hizo nada por ayudarlos, ninguno hizo nada para que los muchachos no se quemaran.
"La policía lo que hizo fue cruzar sus manos y dejar que el fuego se propagara. Nosotros comenzamos a romper vidrios, quitamos las rejas, hubo familiares que entraron con extintores y apagaron el fuego, pero ya era demasiado tarde porque los muchachos se quemaron”, declaró.
El cabildante distrital indicó que las familias denunciaron que los muchachos venían expresando su inconformidad debido a los tratos crueles que estaban sufriendo en su detención.
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Pero según Cancino, ese día al parecer el detonante fue el castigo de no dejarles recibir a sus allegados en una visita de 10 minutos, que iniciaba a las 11:30 a.m. y que esperaron hasta más de las 2:00 p.m. porque el agente encargado no había llegado.
Versiones de los familiares señalan que además de la omisión, habría sido un agente de policía quien atizó el fuego pateando un elemento indeterminado al interior de la celda. Incluso una de las familiares dijo que en el dictámen se indica rastros de gasolina en el cuerpo de uno de los muchachos fallecidos.