Un estudio reveló que los adolescentes no se están alimentado de una manera adecuada y que varios productos que consumen provienen de las cafeterías de la escuela que incrementan los malos hábitos de alimentación.
Esta etapa de la vida es uno de los periodos críticos, pues las personas suelen ir en contra de lo establecido o lo indicado por los médicos, por lo que resulta difícil infundir la necesidad de tener costumbres saludables y no se tiene en cuenta que en la adolescencia la nutrición juega un papel muy importante para el desarrollo óptimo del ser humano.
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En Colombia, esta problemática se evidencia en un índice mayor, puesto que el 38% de la población se alimenta fuera de su hogar una o más veces a la semana, y en su afán por salir a cumplir las obligaciones escolares, se pueden ver interrumpidos los horarios de desayuno, y lo dejan en manos de los colegios que, por medio de la publicidad, ofrecen productos apetecibles, sabrosos y fáciles de consumir a los jóvenes, sin tener en cuenta las consecuencias para la salud.
Un ejemplo de ello, fue una investigación realizada por el Instituto Distrital Educativo Jose María Córdoba de Bogotá, que concluyó que los alimentos más consumidos por los estudiantes son: paquetes que representan el 40%, comidas rápidas el 25 %, y dulces y gaseosas el 35%.
La autora de la investigación, Martha Catalina Méndez Moreno, estableció además que los productos que más se venden a los jóvenes en las tiendas de las escuelas son empanadas y paletas de agua (95%); y advirtió al respecto que el consumo de gaseosas, comidas rápidas y dulces, y dejar a un lado las verduras, frutas, leche y leguminosas, pueden desarrollar en el individuo trastornos a corto o largo plazo por carencia de nutrientes.
