Los perros y los gatos no pueden comunicarse verbalmente, evidentemente, pero cuando algo les incomoda, les duele o les agrada, lo hacen saber con su corporalidad. En cuanto a la alimentación, pasa lo mismo cuando algo les cae mal o les hace daño, presentando consecuencias en su salud más adelante o incluso de inmediato. Por eso, hay que estar más atentos en lo que le da a los animales.
Marta Hervera, veterinaria y especialista en Nutrición Animal, explica que: "El primer requisito que debe cumplir una dieta sana para nuestras mascotas es que la alimentación que le demos sea consumida y que le guste, y que tenga las cantidades que necesita; tiene que aportar los nutrientes necesarios, sin que le falte ni que le sobre, porque ambas situaciones ocasionan problemas de salud; las necesidades energéticas también deben estar cubiertas según la actividad del animal, ya que de ello dependerá que engorde o que pierda peso".
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Por lo que, hay que consultar este tema tan delicado con un experto que guíe el plan alimenticio de su mascota, ya que cada organismo es diferente y las cantidades dependerán de lo que el cuerpo del perro o gato necesite. La mayoría de los dueños, cometen el error de dejarse llevar por su intuición, sin pensar en el daño colateral que este podría tener a largo plazo.
Judit Martínez, veterinaria integrativa especialista en medicina interna y nutrición animal dice que: “El perro es un carnívoro facultativo, es decir, su nutrientes esenciales están presentes en tejidos de origen animal. Pueden sobrevivir cortos periodos de tiempo comiendo materia vegetal. Pero cabe aclarar que, sobrevivir no es sinónimo de salud y que carnívoro facultativo, no es igual a omnívoro”.
Por eso, no se deben someter a dietas estrictas o diagnosticadas por alguien que no es conocedor del tema. Una buena alimentación le dará más energía y vitalidad a estos seres, mejorando su calidad de vida y asegurándole unos años más de compañía.
Una mala alimentación expondría a los animales a sufrir problemas digestivos u obesidad, difíciles de tratar al transcurrir el tiempo. Hay alimentos que NO se le deben de dar por ninguna razón, porque son muy perjudiciales para su salud: chocolate, uvas, leche, cebolla, nueces, espinas.