El uso adecuado de las sillas infantiles de retención vehicular, reduce en 75 % las muertes por siniestros y en 90 % las lesiones que pueden sufrir los niños durante un siniestro vial. Por ello, la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) promueve su instalación e insiste en la importancia que tiene su uso, sobre todo en esta época de vacaciones y puentes festivos, fechas de alta circulación vial en el país.
Precisamente en Colombia, durante 2018, 18 niños entre los cero y dos años, perdieron la vida en siniestros viales, como pasajeros de vehículos particulares y otros 45 en el mismo rango etario, presentaron lesiones. Este año, infortunadamente 4 niños menores de dos años han perdido la vida y 9 más resultaron lesionados.
Las sillas de retención son elementos que mantienen a los niños sentados de manera correcta y debidamente anclados al asiento del automotor. Estas impiden que de presentarse un siniestro vial, los pequeños se golpeen contra cualquier parte del vehículo. Es necesario recordar que por acción de la inercia, los ocupantes de un vehículo saldrán disparados a la misma velocidad en que se desplaza el automotor.
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La ANSV, hace un llamado a los conductores de vehículos que son padres de familia y responsables de niños, para que usen los sistemas de retención. Esto, teniendo en cuenta además que el Código Nacional de Tránsito, en su artículo 82 señala que "los menores de diez años no podrán viajar en el asiento delantero del vehículo. Por razones de seguridad, los menores de dos años sólo podrán ir en el asiento posterior haciendo uso de una silla que garantice su seguridad y que permita su fijación a él, siempre y cuando viaje únicamente en compañía del conductor".
Para fortalecer las medidas que salven más vidas de colombianos en las vías y especialmente de los menores de edad, el Plan Nacional de Desarrollo 2018 - 2022 "Pacto por Colombia, Pacto por la Equidad", contempla la elaboración de un plan de seguridad vial para niños y para entornos escolares, con el fin de garantizar la vida e integridad de los niños, niñas y adolescentes, además de propiciar hábitos de seguridad vial que les permitan a ellos mismos ser veedores del comportamiento de sus entornos próximos (familia, amigos, compañeros).
