Tras la decisión del presidente de Colombia, Gustavo Petro de llamar días atrás a la embajadora en Israel, Margarita Manjarrez, luego de los boombardeos y ataques en la Franja de Gaza que el mandatario calificó como una " masacre del pueblo palestino".
"He decidido llamar a consulta a nuestra embajadora en Israel. Si Israel no detiene la masacre del pueblo palestino no podemos estar allá", expresó el mandatario en un mensaje publicado en X (antes Twitter).
La decisión del presidente colombiano fue anunciada minutos después de que su homólogo chileno, Gabriel Boric, hiciera lo mismo y de que el Gobierno de Bolivia rompiera relaciones diplomáticas con Israel a raíz de lo que ese país considera una "agresiva y desproporcionada ofensiva militar" contra los palestinos.
Lo cierto es que con estas declaraciones varias reacciones han ido apareciendo. Así sucedió recientemente con una carta que enviaron al presidente Petro las Confederaciones de la Comunidad Judía de Colombia en la que manifestaban la decisión del mandatario y algunas de sus posiciones en las últimas semanas:
“Como organización representativa de la Comunidad Judía de Colombia lamentamos que el presidente de la República Gustavo Petro haya llamado a consultas a nuestra embajadora en Israel”, comienza diciendo el documento.
“En reiteradas ocasiones el presidente ha manifestado su apoyo al principio de dos Estados para dos pueblos y ha liderado el llamado a una conferencia internacional de paz. En ese contexto es esencial mantener una postura ecuánime frente al conflicto”.
Asimismo, recalcaron que Colombia y su presidente no podían “premiar” a organizaciones terroristas como Hamás, a quienes calificaron como los principales “enemigo de la paz”:
“Hamás es una organización terrorista que nunca ha respetado el Derecho Internacional Humanitario como lo demostró con la salvaje masacre del 7 de octubre y lo sigue demostrando desde entonces, disparando sin descanso misiles dirigidos contra la población civil israelí, más de 9000 a la fecha, desde lugares habitados por población civil palestina, incurriendo en un doble crimen de guerra”.
Para concluir con la carta, la organización le solicitó a Gustavo Petro prudencia en sus declaraciones, en especial en X señalando que eran mensajes que podían promover e antisemitismo en el mundo en donde “las comunidades judías del mundo sufren amenazas, vandalismo, incendio de sinagogas y ataques a personalidades”.