20 años sin marranadas: el fin de una oscura tradición

Vie, 30/12/2022 - 09:30
Las marranadas fueron una tradición que por muchos años representó tortura y maltrato para los cerdos. Hace 20 años fueron prohibidas, pero algunos extrañan esta oscura tradición.
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Créditos: Dayanne Aya - KienyKe.com

En los últimos días salió a relucir una oscura tradición colombiana: las 'marranadas', que poco a poco se ha ido perdiendo, gracias a su regulación y por la gestión de defensores de los derechos de los animales. Aunque muchos recuerden con cariño esta celebración o les traiga recuerdos de la Navidad de antaño, lo cierto es que nunca debe volver por lo sanguinaria y cruel que era.

Hasta principios de la década de los 2.000, las celebraciones decembrinas en Antioquia y algunos departamentos aledaños eran acompañadas por una marranada, donde era común que en las cuadras de los diferentes barrios recogieran dinero para comprar un cerdo vivo y sacrificarlo en medio de la celebración navideña.

El llanto y los chillidos de los cerdos se escuchaban desde lejos, mientras era sacrificado y asado o frito minutos después de morir. Una celebración burda que terminaba en la agonía de animales indefensos que en diciembre sufrían más de lo que ya lo hacen.

Y no, no es hipocresía que muchos compremos en el supermercado diferentes carnes de cerdo como cañón, pernil, chicharrón, chuleta, pezuña y muchas partes del animal. Se trata de la forma en que mueren y agonizan los animales en las ‘marranadas’ que hoy son ilegales en el territorio colombiano.

El sacrificio informal de los cerdos trae serios riesgos para la salud de quienes consumen esta carne y deja de lado cualquier principio sanidad, inocuidad y del bienestar animal. Ana Yolima Sánchez Gutiérrez, Secretaria de Salud Pública y Seguridad Social de Pereira, explica las razones por las que hacer una marranada no es la mejor idea:

“Estas prácticas son muy peligrosas, primero por el sacrificio del animal en la calle, ellos se ponen muy nerviosos y esto ya es un tema de maltrato animal, posterior a esto las condiciones higiénicas que se ven en la calle, con toda la contaminación, fuera de eso si no se tienen los cuidados suficientes se puede romper un intestino del cerdo y la carne tener contacto con materia fecal, en este orden de ideas se contamina enormemente esta carne”.

Así mismo señala uno de los mitos más grande que se promulgan popularmente que si la carne es cocinada ya mueren las bacterias, a lo que la líder del programa explica que las toxinas de contaminación permanecen aún después de estar cocinado el alimento.

Los microorganismos liberan las denominadas toxinas, las cuales no son eliminadas durante la preparación de alimentos con candela, por lo tanto, generan una sintomatología muy fuerte, porque generan intoxicación, la mala manipulación de la carne de cerdo puede generar la ingesta de parásitos como la triquinosis, la cual puede generar síntomas como diarrea, dolor de estómago, debilidad, cansancio intenso, náuseas, vómitos en caso muy graves hasta convulsiones.

El año en que las marranadas pasaron a la historia

 

Desde el 4 de diciembre de 2003 están prohibidas las marranadas en Medellín. Esto gracias a la gestión del Concejo Municipal de entonces, cuando 17 concejales votaron a favor de dejar atrás tal vil tradición. Ese diciembre de 2003 fueron incautados cerca de 100 cerdos, vivos y muertos, encontrados en los diferentes barrios de Medellín, donde pretendían ser sacrificados y devorados en el tradicional y oscuro ritual.

Algunos de estos decomisos terminaron en fuertes riñas entre la Policía y las comunidades airadas que no entendían por qué no podían hacer su marranada en paz. En su momento, a la medida se opusieron representantes de la feria de ganado, al igual que los vendedores de cerdos en la Minorista.

En ese entonces, la venta de cerdos completo se redujo en un 60%, pero muchas familias antioqueñas siguen viendo al cerdo y a la fritanga como una de las opciones predilectas para celebrar el fin de año, junto a un buen chicharrón o un cañón agridulce para la cena de Navidad.

Hay que contar que casi veinte años después de que se prohibieran las marranadas, otros productos como el pavo se han consolidado en navidad colombiana gracias a la influencia estadounidense y las películas navideñas, donde el pavo es el platillo predilecto en la Navidad. Pero eso sí, el alimento popular sigue siendo el cerdo, pues los costos del pavo son mucho más elevados.  

Hay que contar también que quienes aún desobedecen la ley y se empeñan en realizar marranadas, pueden tener problemas legales.  Así lo establece la Ley 1774 de 2016, que es la le de maltrato animal:

“El que, por cualquier medio o procedimiento maltrate a un animal doméstico, amansado, silvestre vertebrado o exótico vertebrado, causándole la muerte o lesiones que menoscaben gravemente su salud o integridad física, incurrirá en pena de prisión de doce (12) a treinta y seis (36) meses, e inhabilidad especial de uno (1) a tres (3) años para el ejercicio de profesión, oficio, comercio o tenencia que tenga relación con los animales y multa de cinco (5) a sesenta (60) salarios mínimos mensuales legales vigentes”.

Como si fuera poco, el sacrificio de animales en vía pública también es penalizado por el Código Sanitario Nacional y el acuerdo aprobado en el Concejo de Medellín en 2003.

Marranadas sí, pero no así

 

Para no satanizar tampoco el consumo de cerdo, como lo hace la biblia en el libro de Éxodo, es legal comprar un cerdo entero que ya esté sacrificado y cumpla con todas las normas sanitarias para su consumo. En la Plaza Minorista de Medellín se consiguen listos para porcionar desde los 500 mil pesos, con aproximadamente 60 kilos. Sin embargo, un cerdo gordo y de mayor calidad, con aproximadamente 100 kilos, puede llegar a valer hasta 1.100.000 pesos.

Porkcolombia, gremio de porcicultores, también dice no a las marranadas y al sacrificio ilegal de cerdos. Recientemente, su presidente Jeffrey Fajardo López, se refirió al tema en el programa radial ‘El Campo’:

“Nosotros desde la asociación Pork Colombia venimos trabajando, haciendo grandes esfuerzos para poder conducir al sector hacia los mejores estándares sanitarios para poder cumplir y poner en la mesa la carne de la mejor calidad. Estas prácticas que si bien son ancestrales, tradicionales en Colombia, están por fuera del marco de la ley, de las prácticas autorizadas por ley y efectivamente para nosotros no está bien que se sacrifiquen animales”.

Fajardo asegura que las marranadas “no cuentan con las condiciones suficientes de bienestar animal, de protección de esos animales que se producen en la industria pecuaria en condiciones de altísimos niveles y son llevados a un sacrificio en esas marranadas. Si usted se come una carne que ha sido sacrificada de forma informal, la carne puede estar contaminada, dañada, enfermar a las personas con niveles bacteriológicos muy altos”.

Consumo de carne de cerdo, en alza en Colombia

 

Aunque por esta época ya no se compren cerdos enteros como antes, sí está claro que el consumo de la carne de cerdo en Colombia va en alza y así lo hace saber el Presidente de Porkcolombia: “La industria porcícola sigue siendo el sector más destacado en el territorio colombiano. Hemos tenido un aporte creciente en el valor agregado, muy por encima del promedio del sector agropecuario. Vamos a terminar un año de prosperidad para el sector, con una producción cercana a las 525 mil toneladas de carne de cerdo (aproximadamente 5.5 millones de animales beneficiados este año) y vamos a incrementar el consumo per cápita en un kilo adicional. El año pasado cerramos en 12.3 kilos y este año vamos a cerrar con 13.3 kilos al año”.

Finalmente, Fajardo hizo un llamado a no comprar carne de cerdo importada y darle prioridad al campo colombiano: “el lunar de este año y que será el reto serán las importaciones de carne de cerdo que siguen creciendo en Colombia, algo que queremos contrarrestar y que los colombianos nos convenzamos que consumir los productos que se generan en el sector agropecuario colombiano es la mejor manera de generar empleo formal, nodos de desarrollo rural”, puntualizó el funcionario.

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