Los duros señalamientos de parte y parte en medio del proceso por presunta manipulación de testigos que tiene como protagonistas al expresidente Álvaro Uribe, al abogado Diego Cadena y al senador Iván Cepeda han dado paso para que se pongan sobre la mesa varias propuestas con el fin de que la opinión pública conozca la verdad, entre ellas: una prueba de polígrafo.
Fue Diego Cadena quien retó al senador Iván Cepeda para que los dos se sometan a este procedimiento y, además, le propuso que este sea transmitido en vivo.
El reto se dio en respuesta a una declaración que hizo el congresista del Polo Democrático en la W Radio, en el que dijo que Uribe tenía conocimiento de que estaba haciendo algo indebido y que "sabe que si Diego Cadena llega a abrir la boca, se pueden dar a conocer asuntos muy graves".
Cadena le propuso a Cepeda hacerse la prueba de polígrafo para ponerle fin a ese "lleve y traiga”, mientras que el senador, quien se presenta como víctima en el proceso, le respondió que como no hay una defensa sólida para demostrar que no se estuvo delinquiendo “surgen retos para duelos y careos”.
“Esta no es una serie de gángsters. La defensa es con pruebas y argumentos ante un tribunal”, dijo.
¿Cómo son las pruebas de polígrafo?
Belisario Valbuena, psicólogo forense y especialista en investigación criminal, le explicó a KienyKe.com que el polígrafo, conocido comúnmente como el “detector de mentiras”, es un procedimiento que ayuda a examinar las respuestas corporales de una persona para detectar si está faltando a la verdad o no.
Indicó que, para este fin, el aparato toma registros de tipo psicofisiológico, ritmo cardíaco, presión sanguínea, respuesta galvánica de la piel como el nivel de sudoración, los patrones de inspiración y expiración a nivel pulmonar y, en algunos casos, la dilatación pupilar.
Según dijo, el nivel de acierto es de aproximadamente el 90% y recalcó que quien en realidad logra todo el análisis e interpretación es el examinador. “La prueba del polígrafo tiene un nivel de error que, aunque no es alto, es un significativo 10%, todo esto dependiendo de la idoneidad del examinador, su experiencia y la técnica validada que utilice”, mencionó.
Valbuena señaló que la Corte Constitucional ha sido reacia al uso del polígrafo en los procesos penales de investigación por varias razones, entre ellas, por una de tipo constitucional que dice que nadie está obligado a hablar en contra de sí mismo.
Por otro lado, indicó que la ponderación de los testimonios es potestad única de los jueces, solamente ellos pueden decir si creen o no los testimonios que se le ponen de presente y eso “no lo puede reemplazar un aparato”.
“Ellos no van a permitir que un aparato como el polígrafo le quite el poder sobre esa decisión de creer o no un testimonio. El polígrafo no es el único elemento de prueba, puede ayudar en aspectos de la investigación a esclarecer hechos, pero creer que es un determinante y que será quien dilucide la verdad es un error”, manifestó.
¿Sería válida una prueba de polígrafo en este proceso?
El abogado Sergio Clavijo mencionó a KienyKe.com que una prueba de polígrafo en el caso de Iván Cepeda y Diego Cadena no sería posible porque no está autorizada por la Ley 906 de 2004 (Sistema Penal Acusatorio).
"La credibilidad de las respuestas no se le puede dejar a una máquina. El juez valorará en conjunto los elementos materiales probatorios, eso significa que contrastará las interceptaciones, declaraciones de testigos, respuestas del procesado y, por principio de selección probatoria, decidirá cómo argumentar la sentencia. En una eventual solicitud de prueba de polígrafo en audiencia preparatoria, la misma no sería autorizada", aseguró.
Belisario Valbuena estuvo de acuerdo con esta afirmación. Señaló que, así Iván Cepeda acepte el reto de Diego Cadena y el procedimiento salga bien o mal, el juez del caso no lo tomaría en cuenta porque “él no permitirá que esos resultados reemplacen lo que él tomaría como decisión”.
Según dijo, este procedimiento tampoco podría hacerse público así como lo propuso Cadena, pues es imposible que un examinador calificado se arriesgue a hacer una prueba de polígrafo cuando hay tanta presión y distractores a su alrededor.
"Esto no es correcto, este es un examen que se tiene que hacer a puerta cerrada. Se deben evitar esas variables de distracción que puedan preocupar al examinado y con esa preocupación generar reacciones de lo que nosotros llamamos ‘falso positivo’”, dijo.
Por último, indicó que ese procedimiento no tendría resultados científicos y que lo único que conseguiría sería efectos mediáticos.
"Una prueba de polígrafo en este caso sería una cuestión de show. Inclusive sería una burla a la justicia. Eso no lo debería permitir ningún juez ni ninguna autoridad”, finalizó.