La semana pasada un sobrino, a las 6:30 p. m. en la estación de Transmilenio de la Calle 76, fue apuñaleado en su brazo y en su pecho por robarle un celular. Fueron dos hombres los que lo atacaron; después de herirlo y forcejear con él, cayeron al carril exclusivo de buses. Los cobardes atracadores salieron corriendo, subieron a un carro y huyeron.
Allí, dentro de la estación y ante el estupor de la ciudadanía, que nada pudo hacer, quedó herido el joven. Un auxiliar bachiller de Policía que apareció momentos después y cientos de personas quedaron paralizados ante estos dos malandros armados. El Distrito Capital tomado por los puñales.
El 45% de los homicidios que se cometen en Bogotá ocurren haciendo uso de puñales, cuchillos, navajas, manoplas y todo tipo de instrumentos corto punzantes. En Transmilenio se registraron el año pasado 4461 hurtos de celulares, sobre todo en las estaciones de mayor congestión. En el 30% de los casos el delito se cometió con un arma blanca.
A partir de esta semana rige el Decreto que expidió el Alcalde Peñalosa que prohíbe el porte y comercialización de armas blancas en la ciudad, en especial en el sistema de transporte masivo, en los espacios públicos y cerca a los colegios. De hecho, se habilita la incautación y la imposición de una multa a los que se les capturen estas armas. Esta es una decisión para salvar vidas, es una medida urgente y fundamental para controlar la inseguridad en la ciudad.
El uso de navajas y cuchillos por los delincuentes, los traficantes y las bandas es pan de cada día. Las utilizan para amedrentar jóvenes y adultos mayores. Se les ve exhibiéndolas cuando quieren tener control de un parque o un barrio. Las esconden en los árboles o en los huecos que quedan cerca a las canchas deportivas. Las usan cuando amenazan a los biciusuarios y cuando atracan, a plena luz del día, a cualquier desprevenido caminante. Prohibir su uso y porte tiene que ser parte esencial de la estrategia para reducir los hurtos en la ciudad.
Aplicar la medida de fondo requeriría de un trabajo conjunto entre Fiscalía y Policía para desmantelar los sitios en donde se comercializan y venden estas armas corto punzantes. No hay otra forma; de nada sirve la incautación sino se combate también su expendio.
Siendo Transmilenio el sistema circulatorio de la ciudad, en donde se mueven diariamente cerca de 4 millones de bogotanos entre los buses rojos y azules, se hace necesario tomar medidas contundentes para mejorar su situación de seguridad. Se requiere con urgencia un cuerpo de policía especial solamente para Transmilenio; uno que controle y judicialice a los delincuentes de celulares y del cosquilleo, que controle e imponga sanciones efectivas a los miles de colados, no solo a los que se meten por entre las puertas o por encima de los torniquetes, sino a las mafias que ahora manipulan y clonan las tarjetas “Tu llave” para vender pasajes más baratos, desfalcando así a toda la ciudad.
Mi sobrino se encuentra bien a pesar de la gravedad de sus heridas, pero no olvidemos a Jeffry Alexander Hernández de 25 años asesinado en la estación las Ferias o a Leonardo Licht, funcionario de Recaudo Bogotá, que murió, mientras trataba de impedir el ingreso irregular de un hombre a la estación Av. Jiménez de Transmilenio en el centro de la ciudad.
No debería permitirse de ninguna manera que un ciudadano entre con un cuchillo, un puñal o un arma a Transmilenio. Estos bandidos, que no solo se roban un celular, ponen también en riesgo la vida de millones de capitalinos. Bogotá no puede perder la batalla contra esos delincuentes, la Capital no puede estar tomada por los puñales.
https://www.youtube.com/watch?v=trDjOQ-_W8s&feature=youtu.be
