El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación en Colombia deberá ser un ejemplo de innovación social que desafíe a las estructuras administrativas tradicionales, permitiendo que los diferentes actores del sistema participen y eviten a toda costa, la repetición de historias como las que se vivieron en el Gobierno del ex presidente Santos, en el que desfilaron ocho directores del Departamento Administrativo de Colciencias.
Este es un claro y típico ejemplo que nos lleva a pensar que necesitamos representantes de la sociedad civil que velen por los intereses comunes. Por eso traigo a colación, el caso del Ministerio de Agricultura de Chile que desde el año 2015, creó el Consejo de la Sociedad Civil conformado por dirigentes de siete organizaciones campesinas, nueve gremios, dos universidades, colegios de veterinarios y de ingenieros agrónomos. Propuesta que, sin lugar a dudas, dinamiza y oxigena a una nación.
Dicho consejo tiene carácter consultivo y su objetivo es debatir temas relevantes y de impacto para el desarrollo del país. En palabras del Subsecretario de Agricultura, Claudio Ternicier: “Esta instancia busca profundizar y fortalecer la relación entre la sociedad civil organizada, representada por todos los actores que al agro competen y a los órganos del Estado, siendo un canal abierto para la comunicación mutua que debemos aprovechar”.
Sería muy oportuno y necesario que el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de Colombia cuente con un Consejo de la Sociedad Civil como instancia permanente de concertación entre el Ejecutivo y los representantes de la comunidad científica y tecnológica.
Para ello, propongo que la mencionada instancia esté integrada por entidades con legitimidad en el sector, tales como: la Academia de Ciencias (ACCEFYN), la Asociación de Facultades de Ciencias (ASOFACIEN), la Asociación de Universidades (ASCUN), la Asociación de Industriales (ANDI), la Asociación de pequeños Industriales (ACOPI) y la Asociación Colombiana para el Avance de la Ciencia (ACAC), las cuales le permitirán al Gobierno Nacional dialogar y buscar concertación en el diseño e implementación de las políticas públicas que se necesitan al respecto.
En este sentido, el reto que tiene el Gobierno del Presidente Duque de estructurar un nuevo Ministerio en el siglo XXI, no se podrá limitar a determinar un organigrama piramidal con un ministro en el vértice superior seguido de unos viceministerios. Es necesario tener en cuenta la articulación con distintos actores, así como la creación de redes de conocimiento, ya que el desafío es construir un ejemplo de organización sistémica e incluyente que promueva el desarrollo armónico de la temática de su cartera.
¡Insisto! El ejemplo de Chile de crear consejos con la sociedad civil responde a la necesidad de este tiempo de deliberar desde distintas miradas, libre de intereses personales, fortaleciendo la participación y el diálogo que tanto nos hace falta.
@mapi_villaveces
