No más carros nuevos

Sentado en mi escritorio de oficina, percibí en la distancia la voz de un compañero de trabajo que hablaba por teléfono con el que parecía ser un vendedor de carros. —¿Y si lo saco en 36 cuotas cuánto me sale? —escuché que preguntaba. Por supuesto, no podía oír la respuesta porque la voz de su interlocutor estaba resguardada por el auricular del teléfono. —¿Y no me hace descuento en la cuota inicial? —preguntó luego. En ese momento me desentendí de la conversación, mi capacidad chismosa no llega hasta el punto de querer escuchar el aburrido diálogo entre un comprador y un vendedor de automotores, así que me concentré nuevamente en la pantalla del computador y revisando prensa nacional me encontré con un artículo titulado “Qué carro comprar con 15 millones de pesos”. ¡Qué horror! Allí también me bombardeaban con información sobre la compra-venta de carros. Algo está pasando. No sé si a usted le inquiete, pero a mi me tiene altamente preocupado el hecho de que ahora los carros están más baratos que hace algunos años y los concesionarios de venta de vehículos andan felices ofreciendo automóviles a diestra y siniestra sin ninguna consideración. No más entre enero y abril de este año se calcula que han vendido más de 106.000 carros nuevos, una cifra escandalosa si uno se pone a pensar que esos carros se suman a los que ya están rodando en las calles y no existen planes para sacar de circulación a los más viejos. El asunto es más preocupante en la medida en que cada vez que se conocen cifras del crecimiento de la industria automotriz los medios de comunicación celebran esos datos como si fueran la panacea. ¿Donde hay una reflexión seria sobre el hecho que más carros significan más contaminación y más congestión en las vías? Confieso que soy un férreo opositor al boom de la venta de vehículos. Cada vez que veo que están vendiendo carros nuevos por 20 ó 22 millones de pesos, con cuotas mensuales de 300.000 pesos, un fuerte escalofrío recorre mi cuerpo. Alguien debería controlar esa venta. No es posible que desde el gobierno estén pensando en cobrar un impuesto al carbono, pero no se den cuenta que un gran aporte hacia una Colombia sostenible sería regular de alguna manera la venta de automóviles. Aclaro: no estoy diciendo que pongan cuotas de venta, pero sí que estimulen la chatarrización de vehículos viejos, puede ser que por cada carro nuevo vendido, el concesionario asegure la salida de circulación de uno con más de quince años en las calles. Es una idea, pueden surgir más. Podemos quedarnos eternamente criticando el tráfico de las ciudades. Podemos seguir quejándonos de la falta de conciencia con la protección del medio ambiente. Pero es claro que mientras usted sea de los que se emociona porque va a tener carro nuevo, no estará aportando nada positivo ni al uno, ni al otro. --- Post-It: Más de 190 niños del Bajo Baudó en el Chocó están muriendo por desnutrición. Son hijos de comunidades indígenas que ya no tienen ríos donde pescar, ni de dónde sacar otros alimentos. ¿Cuál de los medios de comunicación comerciales ha hablado del asunto? Hoy día si usted no es Escobar, Colmenares o Rosa Elvira, por más dramática que sea su historia, no tiene mayor espacio en los noticieros nacionales. ¡Qué tristeza! @colombiascopio  juanpablocalvas@gmail.com