Hace algunos meses, cuando llegó el momento de renovar la suscripción del periódico, le pregunté a mi hijo de 21 años si quería que siguiésemos recibiendo el diario impreso. Su respuesta fue inmediata y sin dudas: “papá yo no me informo por la prensa”. Mi hija, que es 3 años mayor, nunca mira el periódico. Y son muchachos bastante bien informados y con criterio. Pero su mundo está en las redes y en otras formas de información digital.
Por ello resultan sorprendentes las recientes advertencias del director de la revista Semana, Alejandro Santos Rubino quien en un foro afirmó, entre otras cosas: “…las redes sociales están siendo instrumentalizadas por grandes poderes políticos, grandes poderes económicos, agendas ocultas…eso es lo que está pasando en las redes sociales. Las redes sociales están impactando negativamente el valor de la democracia y eso es lo que me preocupa.”
Estas palabras serían válidas si viniesen de cualquier otra persona. Pero que un sobrino del actual jefe del estado, que dirige uno de los medios más sesgados, que recibe miles de millones de pesos anuales de publicidad del Estado y de los grandes grupos económicos, se muestre preocupado por el contenido de las redes sociales resulta de un cinismo único.
No les gusta que la opinión pública no siga como corderos su agenda- esa sí bien oculta- que quiere imponer sus criterios éticos y la defensa a ultranza de lo que le conviene al establecimiento. Incómodos están de no poder seguir mangoneando a los gobernantes de turno, estableciendo prioridades, su visión del mundo y la defensa de los intereses políticos de la élite bogotana.
¿Cuál es la democracia que le preocupa al Director de Semana? ¿Será la democracia que no respeta los resultados de los plebiscitos? ¿Será la que abusa de los medios del Estado para destruir a los dirigentes de la oposición? ¿Será la que utiliza su poder para comprar con mermelada al Congreso? ¿O tal vez sea la que coloca magistrados que fallen en política y no en derecho para favorecer al gobierno? ¿O es la democracia que, como nunca antes en nuestra historia, ha visto a los medios de comunicación engrasados por torrentes escandalosos de publicidad oficial?
Yo soy como mi hijo. Prefiero informarme por medios de comunicación no tradicionales donde seguro hay mentiras, verdades a medias y noticias sin contexto. Pero prefiero esas deficiencias a seguir “informándome” por quienes posan de éticos cuando sólo son lacayos del poder de turno.
Redes vs. medios
Mar, 09/05/2017 - 04:40
Hace algunos meses, cuando llegó el momento de renovar la suscripción del periódico, le pregunté a mi hijo de 21 años si quería que siguiésemos recibiendo el diario impreso. Su respuesta fue in