Como muchos descubrimientos en la historia de la ciencia, la casualidad de un accidente o un uso novedoso hizo la diferencia entre un experimento que en un comienzo estuvo destinado a laboratorios de química industrial, en medio de fórmulas, ensayos y científicos de la más alta distinción, y la tendencia estética que hoy podemos ver en catálogos de Internet, clínicas especializadas o en salones improvisados como quirófanos. Ese es el chiste y la culminación de una ilusión o, en muchos casos, de una obsesión.
El químico inglés Frederick Kipping es reconocido como el pionero en el estudio de la silicona. Mientras trabajaba en Nottingham descubrió los polímeros de este elemento, hace pocos más de un siglo. La finalidad de sus pesquisas científicas no era otra que encontrar elementos estereoisoméricos para hallar un elemento compatible con los fluidos hidráulicos, el caucho sintético y que fuese repelente al agua. La exploración tenía otro fin: servir para la guerra al hacer menos pesados los equipos y mejorar ostensiblemente artilugios para las máquinas, los carros y los zapatos de soldados que estuviesen en el frente de combate.
Frederick Kipping nació en Manchester en 1863. Su padre, James Kipping era un alto funcionario de Inglaterra y miembro de la Sociedad Química de Manchester. Frederick se graduó de Licenciado en Zoología en 1884, unos años después estudió las cadenas carbonadas en la Universidad de Múnich (en el laboratorio de Bayer) en la que fue un alumno sobresaliente. Recibió su doctorado en 1887 y fue elegido miembro de la Royal Society de Londres a la temprana edad de 34 años. Hacia 1889 fue nombrado para dictar la Cátedra de Química, cargó que ocupó hasta su jubilación en 1936.
Desde inicios del siglo XX la explotación de caucho en el África, en particular en toda la región del Congo, por entonces bajo de los dominios del reino de Bélgica, y la repartición colonial del continente en 1885, dejaron al Reino Unido con una buena porción de terreno, aunque no tanto de recursos y materias primas que el desarrollo industrial necesitaba para seguir creciendo. Por esa razón los componentes de elastómeros se convirtieron en una necesidad del imperio inglés para no perder terreno frente a la pujante Alemania.
Desde 1903 Kipping trabajó fuertemente en encontrar nuevas técnicas para la síntesis de una variedad de compuestos orgánicos que contiene silicio. Estas nuevas sustancias, llamadas siliconas se destinaron como lubricantes, en especial durante la Segunda Guerra Mundial. Mientras la guerra se acrecentaba, los recursos se hacían escasos para los bandos en conflictos, de ahí que, por ejemplo, Estados Unidos hubiese iniciado la exploración en el Amazonas para el caucho de los carros de combate. En fin, la búsqueda de la agilidad y el movimiento necesarios para pelear.
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En 1943, el Dow-Corning Corporation se formó para explorar la nueva tecnología que hoy se ha convertido en una industria que mueve millones de dólares, y cuyo uso Kipping no imaginó, pues era un hombre parco, concentrado en su trabajo y de vida austera. De hecho, casi nunca salió de Inglaterra, salvo para congresos y seminarios académicos, además, a su muerte, en 1949, había publicado cerca de 51 artículos sobre el tema.
Hoy en día la tecnología y la ciencia avanzan, así como los insumos médicos en cirugía plástica. Uno de estos, claro está, son los implantes mamarios de silicona. En la década de los setenta se crearon para dicho fin estético y cada vez son más las variaciones que se ofrecen, que conservan los principios químicos descubiertos por Kipping, como la elasticidad.
Finalmente, la Sociedad Histórica Plástica se creó en 1986 con la figura de Frederick Kipping como pionero, para llamar la atención sobre el patrimonio de la industria del plástico, fomentar el estudio de otros polímeros, incluyendo los sintéticos, cauchos y elastómeros.
El inventor de la silicona
Mar, 09/07/2013 - 08:55
Como muchos descubrimientos en la historia de la ciencia, la casualidad de un accidente o un uso novedoso hizo la diferencia entre un experimento que en un comienzo estuvo destinado a laborat