La tarde del sábado quedó marcada por uno de los atentados políticos más graves del año en Colombia. El senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay fue víctima de un intento de homicidio mientras participaba en un evento político en el barrio Modelia, localidad de Fontibón. Uno de los testigos presenciales, el concejal de Bogotá Andrés Barrios, ofreció un testimonio desgarrador que evidencia la gravedad del ataque y la improvisada cadena de auxilio que salvó la vida del político.
Barrios, miembro del Centro Democrático y parte del equipo cercano de Uribe, acompañaba al senador en una jornada de diálogo ciudadano cuando ocurrieron los hechos. Según relató a EL COLOMBIANO, el atentado se dio de forma repentina, en medio de un acto público donde se hablaba justamente de recuperar la seguridad en Colombia.
“Estábamos hablando de seguridad… y nos dispararon”
“El senador estaba hablando de la importancia de que a Colombia vuelva la seguridad, y lo que acaba de ocurrir es una fiel muestra de eso”, relató el concejal visiblemente afectado. Según Barrios, dos hombres se acercaron por detrás del grupo justo cuando Uribe se dirigía a los asistentes, y fue entonces cuando se escucharon los disparos.
Uribe fue impactado en la cabeza por un proyectil que, según los médicos, causó una fractura craneal. Inmediatamente se desató el pánico entre los presentes, algunos de los cuales intentaron auxiliar al senador mientras los escoltas respondían al ataque.
Reacción inmediata: una ambulancia que apareció “milagrosamente”
En medio del caos, el concejal Barrios y otros miembros del equipo de Uribe intentaron subirlo a un vehículo particular, cuando una ambulancia apareció cerca del lugar.
“Lo pudimos subir al carro, pero milagrosamente apareció una ambulancia y decidimos bajarlo del carro, subirlo a la ambulancia, y en cuestión de minutos ya estábamos en la clínica”, relató Barrios.
Uribe fue trasladado primero a la Clínica Medicentro y luego remitido a la Clínica Fundación Santa Fe, donde fue intervenido quirúrgicamente con una craniectomía descompresiva. Aunque su estado de salud sigue siendo grave, fuentes médicas aseguran que se encuentra estable y con signos vitales.
El ataque: un menor de edad como agresor y un arma incautada
Horas después del atentado, el general Carlos Triana, director de la Policía Nacional, entregó detalles clave. Confirmó que el agresor principal fue un menor de 15 años, quien fue herido en una pierna por un escolta durante la persecución y luego capturado. El joven fue trasladado a la Clínica Colombia bajo custodia policial.
En la escena fue incautada una pistola tipo Glock, que ya está en cadena de custodia. Además de Uribe, otras dos personas resultaron heridas durante el tiroteo.
La investigación, liderada por la Fiscalía y la Policía, avanza para identificar a los autores materiales e intelectuales del atentado. Según los chats encontrados en el celular del menor, el ataque fue planificado con antelación y debía ejecutarse ese mismo día, sábado 7 de junio.
Recompensa histórica y rechazo político generalizado
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, anunció una recompensa de hasta 3.000 millones de pesos por información que conduzca a los responsables del crimen. Señaló que el Gobierno está comprometido en garantizar la participación política libre y proteger a quienes ejercen liderazgo público.
El hecho ha generado una ola de solidaridad y repudio. El expresidente Álvaro Uribe, líder del Centro Democrático, publicó: “Atentaron contra una esperanza de la Patria. Pedimos a Dios por la recuperación de Miguel”.
También desde Estados Unidos, el secretario de Estado Marco Rubio calificó el atentado como una “amenaza directa a la democracia”, e instó al Gobierno colombiano a frenar la violencia política.
El testimonio del concejal Andrés Barrios arroja una luz humana y desgarradora sobre un ataque que ha sacudido al país. La escena de angustia, la rápida reacción del equipo de Uribe y la aparición providencial de una ambulancia fueron determinantes para mantenerlo con vida.
Mientras Miguel Uribe lucha por su recuperación en una clínica de Bogotá, las autoridades siguen investigando el atentado, que ya dejó al descubierto una red de planificación y un menor de edad instrumentalizado para ejecutar un crimen político.
