El santismo lleva meses preparando el terreno para el inicio oficial de la campaña a la reelección de Juan Manuel Santos, a través de su fundación Buen Gobierno, específicamente desde la renuncia de Germán Vargas Lleras al Ministerio de Vivienda y su nombramiento como presidente de dicho centro de pensamiento.
La ventaja sobre el resto de movimientos políticos que también están en la carrera por el Palacio de Nariño es evidente: mientras el mandatario seguía su actuación administrativa, su fundación Buen Gobierno se encargó de abrir sedes de campaña denominadas Capítulos Departamentales en varias regiones colombianas. En esos espacios difundían la filosofía oficialista y hacían eco de los beneficios que la gestión gubernamental había llevado a sus pueblos. En todos los discursos de los miembros de Buen Gobierno se hacían ineludible énfasis en los esfuerzos de Santos dentro de su proceso de paz. Hasta hoy Buen Gobierno tiene 15 capítulos instalados. Norte de Santander, Santander, Atlántico, Bolívar, Boyacá, Cesar, Quindío, Risaralda, Caldas, Nariño, Cauca, Tolima, Huila, Antioquia y Valle del Cauca. En esos departamentos, las sedes fueron inauguradas en actos públicos presididos por Germán Vargas Lleras, y en muchas oportunidades también acompañados por el exdirector de la Policía Nacional, general Óscar Naranjo, la excanciller María Emma Mejía, el exministro Gabriel Silva y el exsecretario general de la Presidencia Juan Mesa. Pero si se pregunta a alguno de los voceros de Buen Gobierno si podría definirse su organización como brazo de campaña para la reelección, la respuesta es mecánica y similar: “Somos un grupo académico, no electoral”. De alguna forma en la institución no quieren ser considerados el equipo de campaña de Santos, pues esa selección será definida por el propio mandatario en los próximos días o semanas. Tampoco confirman que vaya a ser Germán Vargas Lleras el jefe de la campaña o que dentro de la fundación se estén analizando las cartas para sugerir un eventual candidato a la vicepresidencia. Su papel ha sido el de preparar el terreno, algo así como el grupo de avanzada de la campaña política que puso comandos en las principales regiones del país para agilizar la labor del equipo formal que nombrará Santos Calderón para impulsar su candidatura.
Germán Vargas Lleras, presidente de la Fundación Buen Gobierno, visitó las regiones en el lanzamiento de las sedes que compartían la filosofía santista.
El diálogo popular que inició la fundación en las ciudades en las que se instalaron ha sido preliminar. Para no desestimar su propósito de ‘think tank’, promovieron una serie de foros que, según Vargas Lleras, “serán soporte de un eventual programa de Gobierno” para la reelección de Santos. En otras palabras, hicieron un diagnóstico en la provincia para incluir las principales necesidades de las comunidades en el discurso de campaña reeleccionista y cautivar más electores.
KienyKe.com conoció que hay documentos que compilan el trabajo de los comités regionales que indagaron a los ciudadanos sobre temas como seguridad ciudadana, industria, infraestructura, educación, justicia, salud, pobreza, comunicaciones, vivienda, trabajo, desarrollo energético y cultura. “Vargas Lleras informó que muy pronto estará entregando los resultados de los trabajos regionales y de los comités programáticos relacionados con asuntos que interesan hoy a los colombianos”, advirtió un boletín de la Fundación.
El trabajo de la fundación hasta ahora comienza. Desde la inauguración de la sede en Bogotá, el 17 de septiembre, el propósito de la organización ha sido reforzar la política de la ‘Prosperidad Democrática’ en lugares donde se identifiquen debilidades en la transmisión de los mensajes de propaganda presidencial. La reactivación de Buen Gobierno estuvo acompañada por la promesa de abrir oficinas en los 32 departamentos del país y en al menos 800 municipios para antes del 31 de enero de 2014.
"Buen Gobierno fue la escusa para hacer campaña sin inconvenientes de ley"
Para el estratega en campañas y marketing político, Germán Medina, Buen Gobierno sí fue una “avanzada de la campaña tanto del presidente Santos, como de la posibilidad de que él no decidiera participar y lo reemplazara Germán Vargas Lleras”. En dos meses de inauguraciones de sedes regionales, para Medina la estrategia era “recoger una base de datos de la gente en esos lugares y tener sus contactos para luego “presionar” por el voto. Es una estrategia que ocupa en espacios políticos y lleva el mensaje presidencial”.
María Emma Mejía fue sacada por Santos de Buen Gobierno y nombrada como embajadora de Colombia ante Naciones Unidas. Germán Vargas, de momento, sigue presidiendo la fundación.
En opinión de Jorge Giraldo, decano de la Escuela de Ciencias y Humanidades de la Universidad Eafit de Medellín y analista político, no es gratuito que haya habido una oleada de inauguraciones de sucursales de Buen Gobierno en determinados departamentos del país. Regionales como Antioquia, Valle del Cauca, Atlántico, Santander y Bolívar son claves al momento de definir el nombre del nuevo jefe de Palacio de Nariño, mientras que otras en Cauca, Tolima, Caldas, Quindio, Risaralda o Nariño están débiles en favorabilidad al presidente, así que debían ser recuperadas. “Es lo que hace cualquier sede de campaña política y eso lo hizo Buen Gobierno. Uno pone sedes para enfrentar la fuerza del contrincante. Cualquier estratega electoral sabe que tiene que gastarse sus recursos y empezar primero donde está la votación crítica. Y también pusieron oficinas en las seis o siete unidades administrativas que definen presidentes en Colombia”, explicó.
Para los dos analistas en Buen Gobierno están las figuras que traspasarán al próximo equipo oficial de campaña del gobierno, lo que significa para Germán Medina que se opacará a futuro el papel de la fundación. “(Buen Gobierno) fue la escusa para poder hacer política en ese momento sin ningún inconveniente (por ley de Garantías). En su momento muchos de ellos se pasarán a la campaña oficial”.
Incluso el profesor Jorge Giraldo cree que Buen Gobierno sirvió como sede de concentración de quien debería ser la principal opción para la vicepresidencia: el general Óscar Naranjo. “El problema de Santos es que si quiere ganar tiene que poner como fórmula a uno más grande que él, que tenga mayor favorabilidad y posibilidad de arrastre. Todas las miradas están en Óscar Naranjo, aunque los partidos como Liberal o Cambio Radical tratarán de imponer sus nombres en esa candidatura vicepresidencial”.
