El mapeo de un cierto grupo de células, conocido como oligodendrocitos, en el sistema nervioso central de un modelo de ratón de esclerosis múltiple (EM), reveló que podrían tener un papel importante en el desarrollo de la enfermedad. El descubrimiento permitiría desarrollar nuevas terapias dirigidas a otras áreas del organismo, además del sistema inmunológico, para combatir la afección. Los resultados se publicaron en la revista Nature Medicine y son autoría de investigadores del Instituto Karolinska, en Suecia.
2.5 millones de personas en todo el mundo viven con EM, con aproximadamente 18,000 personas en Suecia y aproximadamente 1,000 casos nuevos por año. La EM se desarrolla cuando los glóbulos blancos del sistema inmunitario atacan la sustancia grasa aislante conocida como mielina que recubre las fibras nerviosas en el sistema nervioso central. Esto interfiere con la transmisión adecuada de señales eléctricas nerviosas y causa los síntomas de la enfermedad.
Si bien no se sabe por qué el sistema inmunológico ataca a la mielina, el estudio realizado por los científicos suecos muestra que las células que producen la mielina, los oligodendrocitos, podrían desempeñar un papel inesperado. Los oligodendrocitos son uno de los tipos más comunes de células en el cerebro y la médula espinal.
"Nuestro estudio ofrece una nueva perspectiva sobre cómo podría surgir y evolucionar la esclerosis múltiple", dijo Gonçalo Castelo-Branco, profesor asociado del Departamento de Bioquímica Médica y Biofísica del Instituto Karolinska. "Los tratamientos actuales se centran principalmente en inhibir el sistema inmunológico. Pero ahora podemos demostrar que las células blanco del sistema inmunitario en el cerebro y la médula espinal, los oligodendrocitos, adquieren nuevas propiedades durante la enfermedad y podrían tener un mayor impacto en la EM de lo que se pensaba".
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Los investigadores demostraron en un modelo de ratón con EM que un subconjunto de oligodendrocitos y sus células progenitoras tienen mucho en común con las células inmunes. Entre otras propiedades, pueden participar en la eliminación de la mielina dañada por la enfermedad, de manera similar a como funcionan las células inmunitarias. Las células progenitoras de oligodendrocitos también pueden comunicarse con las células inmunes y hacer que cambien su comportamiento.
"También vemos que algunos genes que se han identificado como aquellos que causan una susceptibilidad a la EM se encuentran activos (expresados) en los oligodendrocitos y sus progenitores", comentó Ana Mendanha Falcão, primera autora conjunta del estudio con David van Bruggen, ambos del Departamento de Bioquímica Médica y Biofísica del Instituto Karolinska.
Lo anterior "sugiere que estas células tienen un papel importante que desempeñar, ya sea en el inicio de la enfermedad o en el proceso de la enfermedad", dice David van Bruggen.
El trabajo se realizó utilizando la técnica recientemente desarrollada denominada secuenciación de ARN de una sola célula, que brinda a los científicos una “foto instantánea” de la actividad genética de las células individuales y, por lo tanto, un medio mucho más eficaz de diferenciar sus propiedades. Esto ha hecho posible que los investigadores identifiquen los diversos roles y funciones de las diferentes células.
Aunque el estudio se realizó en gran parte en ratones, algunos de los resultados también se han observado en muestras humanas.
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Jue, 15/11/2018 - 12:16
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